No Tendrás Dioses AjenosEjemplo

¡Bienvenido de vuelta!

Como te mencioné el día anterior, el tener dioses también es parte de un proceso; empieza con una Causa, lleva una Acción, y termina con Consecuencias.

• Causa (Necesidad, vacío, impulso, deseo, ser aceptado, soledad, amistad, sociedad). Estas distintas causas son las que más influyen en nuestra sociedad, inclusive en creyentes. Elías era hombre sujeto a pasiones como las nuestras y obró en uno de los mayores milagros que marcaron el rumbo del tiempo, fue capaz de detener la lluvia por un clamor ferviente, enseñándonos que la pasión como impulso no debe ser la causa para que nuestra comunión con Dios se rompa, sino hacer que Dios se glorifique en nuestra necesidad. Muchas personas por ser aceptadas por la sociedad llegan a prácticas que no son acorde al modelo de vida cristiana, a causa del querer ser aceptados practicas cosas que a Dios no le agradan, cualquiera que ama al mundo se constituye enemigo de Dios.
• Acción (Ir, buscar, hacer, construir, preguntar, acercarse, interactuar, participar). Esta es la semilla que da fruto, aquello que haces para que por causa de lo que deseas, el lugar de Dios sea reemplazado, y en esto debemos tener mucho cuidado. Las acciones que tomemos hoy, son las que le darán forma a nuestro futuro, y si por llenar un vacio hacemos o practicamos algo que a Dios no le agrada, traerá a luz el pecado y con ello llegará castigo para nuestras vidas.
• Consecuencia. Esto ya lo dejo a tu imaginación.

Mientras que Moisés estaba con Dios en el Monte Sinaí, 40 días, el pueblo de Israel al ver que tardaba, se quiso hacer dioses, tomó zarcillos de oro y Aarón les hizo un becerro, y les dijo “Israel, estos son tus dioses, que te sacaron de la tierra de Egipto” y el pueblo empezó a adorar al becerro. Hubo una causa, una acción y vino la consecuencia.

Ahora bien, una persona al tener dioses ajenos, cae en idolatría, y la idolatría en consecuencia no se relaciona solamente con Ídolos, figuras o imágenes sino que va mas allá.

Oremos hoy, y pidamos a Dios que nos dé discernimiento para poder identificar aquello que quiere alejarnos de su presencia.

¡Dios te bendiga!