21 Días De Ayuno Y Oración Con La Iglesia Transformation ChurchMuestra

Rendimiento

La rendición es una parte importante de nuestro caminar con Dios. Cuando le entregamos nuestra vida a Dios, le rendimos nuestras vidas, pero a como continuamos caminando con Él, el rendimiento se convierte en un acto diario. Cada día de nuestra vida experimentamos algo que puede llevarnos a controlar o llevarnos a rendirnos. Ya sea una nueva relación, nuestro trabajo o nuestras finanzas, Dios nos da oportunidades para rendirnos a Él. Rendirse significa simplemente poner nuestras preocupaciones a los pies de Jesús, confiando en que Él se ocupará de todas nuestras necesidades. Esto nos permite poner a Dios en el lugar que le corresponde en nuestra vida. Cuando elegimos confiar en Sus caminos sobre los nuestros y trabajar en nuestras vidas, nos damos cuenta de que rendirnos es mejor que tratar de cargar con el peso de todo nosotros mismos. En este mundo impredecible, muchas veces tratamos de aferrarnos a cosas que nos hacen sentir “seguros”, pero cuando nos rendimos podemos poner nuestras preocupaciones y nuestro control en las manos de Aquel que lo tiene todo. Hoy, Dios puede estar pidiéndote una nueva rendición. Puede estar pidiéndote que dejes tus preocupaciones, tus ansiedades y tus preocupaciones a los pies de Jesús y que le confíes toda tu vida. Determina a qué has estado aferrándote en tu vida y por qué lo estás haciendo. Luego elige entregárselo a Dios y confía en que Él se encargará del resto.

Preguntas de Reflexión:

• ¿A qué has estado aferrándote que sabes que necesitas entregarle a Dios?
• ¿Cómo puedes hoy y todos los días elegir entregar tu vida a Dios?
• ¿Te resulta fácil o difícil rendirte? ¿Por qué?

Oración:

Dios, gracias por preocuparte por nuestras vidas. Te preocupas por los pequeños y grandes detalles. Hoy elegimos entregarte nuestras preocupaciones y te pedimos que hagas lo que quieras con nuestra vida, Dios. Te damos una nueva rendición. Lamentamos haber tratado de sostener este peso por nuestra cuenta. Hoy permítenos caminar con una nueva confianza en que nuestras preocupaciones están en Tus manos. Dios, mientras nos rendimos, trabaja en nuestros corazones y mentes para confiar en Ti en todo lo que hacemos. Gracias por ser un Dios bueno y bondadoso. Te amamos, en el nombre de Jesús, amén.