Afinando El Discernimiento EspiritualMuestra

Es cuestión de cercanía...

¡Me parece tan especial cómo Dios utiliza Un Milagro Cada Día para ayudar a la gente! Hoy comparto un mensaje de Ineke, ella vive en Los Países Bajos:

«Comencé a leer Un Milagro Cada Día hace unos años, después de un accidente muy grave que tuvo mi hija a los 25 años, que puso su vida y la mía completamente patas arriba. Mi vida y la de nuestra familia transcurrían sin mayores preocupaciones hasta entonces. Tuve la opción de dar la espalda a Dios, pero no lo hice. Experimentó su cercanía y cada día me fortalecen las palabras que Dios me dirige a través de Wilma. (nuestro escritor holandés)

Tu situación también está llena de preocupaciones y admiro cómo a pesar de eso escribes tus correos diarios con tanta pasión y eso también desde la vida cotidiana y esa es tu fuerza para acercarte a tus lectores.»

Es cuestión de cercanía...

Seguramente que a lo largo de tu vida, te has sentido confundido/a en varias ocasiones ¿verdad? Hay momentos en los que no sabes qué deberías hacer, y no sabes si tus pensamientos son de Dios, son de las tinieblas, o son sencillamente ideas tuyas.

A mí eso me ha pasado mil veces. Sí, la confusión es otra de las armas que el enemigo tiene en su arsenal y que trata de usar contra nosotros de manera asidua. Como dice la Biblia, el enemigo es el “padre de mentira”, y es a través de esas mentiras que trata de engañarnos y de llevarnos a creer cosas equivocadas.

Y aquí es donde el discernimiento juega un papel clave ¿Cómo puedes discernir de manera efectiva entre esas mentiras de las tinieblas y la verdad de Dios? Es una cuestión de voz. Jesús dice: “Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y salteadores; pero no los oyeron las ovejas…” ; “Mis ovejas oyen mi voz [...], y me siguen”.

Fíjate en lo que dice el Señor: estas ovejas tienen un detector, saben quién es su pastor y están dispuestas a seguirle. No sé tú, pero yo nunca he conocido una oveja que sea ingeniera o que tenga un doctorado. Las ovejas no son los animales más inteligentes del mundo, pero hay algo que sí que son: son humildes. No saben muchas cosas: solo saben que quieren estar cerca de su Pastor, y pasan tanto tiempo con él, que hasta ellas son capaces de diferenciar su voz.

Mi querido/a amigo/a, ¡tienes la capacidad de discernir la voz de Dios! No es cuestión de inteligencia: es solo cuestión de cercanía, y sobre todo, de humildad. Abre tu corazón y tus oídos a Dios en este día en tus momentos de oración, cuando leas la Biblia, cuando estés en el trabajo… ¡En cualquier momento! Dios quiere hablarte, y cuanto más atento/y abierto/a estés a su voz y a obedecer, más fácil te será reconocerla.

Dios te está esperando.