Un mensaje diferenteMuestra

Ser cristiano es como usar un buen perfume. Cuando realmente seguimos a Jesús y reflejamos su amor, la gente a nuestro alrededor no puede evitar notarlo. Así como un aroma agradable llena un lugar y deja un buen sabor a quienes lo sienten, nuestras acciones y actitudes pueden tener ese mismo efecto en los demás. Cada vez que elegimos ser amables, generosos o simplemente estar ahí para alguien, estamos esparciendo ese “perfume” de Cristo, estamos siendo “Luz” que puede transformar corazones.

Llamado a la acción: ¿Te animás a hacer un gesto sorpresa? Como llevarle un café o un jugo a un compañero del colegio o del trabajo. Esos pequeños detalles pueden alegrarle el día, ¡y seguro que lo vas a dejar con la boca abierta!