NADA ANTES QUE CRISTO

EN SUS MARCAS

“SEMBRARON VIENTOS Y COSECHARÁN TORBELLINOS” — OSEAS 8:7.

LISTOS

Hay tantas cosas en el mundo que atraen nuestros corazones. A algunas personas les encantan los deportes, por ejemplo, pero todo el mundo tiene deseos que les atraen. Tal vez sea el deseo de mantener a la familia. Tal vez te estés centrando en la propia carrera. Tal vez quieras divertirte y no trabajar demasiado ni agotarte.

No nos equivoquemos, los deportes son buenos, mantener a una familia es bueno e incluso divertirse es bueno. Pero si esas cosas quitan nuestros ojos del Señor y alejamos nuestra adoración de Él, entonces lo hacemos corriendo un riesgo.

Dios advirtió a Israel (y a nosotros) de tal riesgo. En Oseas 8, Oseas enumeró las cosas que Israel había hecho: instaló reyes, nombró líderes y construyó ciudades fortificadas y palacios. Ninguna de esas cosas es terrible, pero las hicieron sin consultar ni buscar a Dios. También crearon ídolos y los adoraron. Entonces Dios dijo: “Por cierto, ellos siembran vientos y cosechan tempestades” (Oseas 8:7). Lo que está diciendo es que estas cosas pueden alejarnos de Dios como lo haría un tornado o un torbellino.

Nuestro Salvador y Señor Jesucristo debe ser nuestra principal búsqueda. Toda nuestra vida debe estar dedicada a Él en oración y consulta. Cuando seguimos a Cristo ante todo, todo lo que esperamos para nuestra vida será conformado por Él y para Él.

Cuando Él es verdaderamente Señor de nuestras vidas, nos da un propósito y satisface todas nuestras necesidades. ¡Que encontremos un gozo profundo al buscar al Señor!

FUERA

P: ¿Cuáles son tus cosas favoritas en la vida, tanto dentro, como fuera del deporte?

P: ¿Alguna vez te has distraido de buscar a Dios? ¿Qué pasaba entonces?

P: ¿Por qué es importante para ti el que Cristo sea en centro de tu vida?

EJERCICIO

Ezequiel 14:3–4; Oseas 8.

TIEMPO EXTRA

Padre, por favor ayúdame a desearte por encima de todo. Por favor ayúdame a dedicarme a honrarte en todo lo que hago. Gracias por ser mi Señor. En el nombre de Jesús, amén.