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¿Qué hizo Jesús?

Jesucristo: Una vida sin pecado

Leer: Hebreos 4:14-16; 1 Pedro 2:21-25

EOAO: Hebreos 4:15; 1 Pedro 2:22

“Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo de la misma manera que nosotros; pero él no pecó" (Hebreos 4:15).

“Él no cometió pecado ni se halló engaño en su boca” (1 Pedro 2:22).

En el texto

La vida de Jesús es una combinación perfecta de divinidad y humanidad, demostrada a través de Su vida sin pecado. Hebreos 4:15 nos asegura que a pesar de enfrentar cada tentación que nosotros enfrentamos, Jesús nunca pecó.

¿Por qué la vida intachable y sin pecado de Jesús es crucial para nuestra fe? Primero, Su vida sin pecado lo calificó para ser el sacrificio perfecto por nuestros pecados. Para expiar los pecados de la humanidad, Jesús tenía que ser inmaculado, sin ninguna mancha de pecado. Así como los israelitas debían traer un cordero sin mancha como sacrificio por sus pecados según la ley mosaica, Jesús es nuestro cordero sin mancha. Lo mejor es que Su sacrificio es una vez y para siempre. A diferencia de los creyentes del Antiguo Testamento, no tenemos que seguir trayendo ofrendas por el pecado. El sacrificio de Jesús fue suficiente.

Además, la vida sin pecado de Jesús era necesaria para cumplir completamente la ley de Dios. Romanos 5:18-21 explica que así como una transgresión llevó a la condenación para todos, un acto de justicia conduce a la justificación y a la vida para todos. Toda la vida de Jesús fue un despliegue de rectitud y justicia que culminó en Su muerte sacrificial en la cruz. A través de Su vida sin pecado, Jesús intercambió nuestro pecado por Su justicia, permitiéndonos permanecer irreprensibles ante Dios (2 Corintios 5:21).

La vida sin mancha de Jesús nos sirve como un poderoso ejemplo. Si bien es cierto que nunca lograremos la impecabilidad mientras estemos en este cuerpo terrenal, Su ejemplo nos muestra la importancia de luchar por la santidad y confiar en la fuerza de Dios para resistir la tentación. La vida de Jesús nos recuerda que no estamos solos en este viaje, sino que el Espíritu Santo nos da el poder para guiarnos y esforzarnos diariamente para llegar a ser más como Cristo.

Oración

Querido Jesús, gracias por vivir una vida sin pecado y convertirte en el sacrificio perfecto por mis pecados. Ayúdame a comprender el significado de tu perfecta obediencia y a luchar por la santidad en mi vida. Ayúdame a seguir tu ejemplo y vivir de una manera que te honre. En tu nombre, amén.