Fidelidad: Leyendo Con El Pueblo De DiosEjemplo

Desafío de Memorización:

13 He aquí el rey que habéis elegido, por el cual habéis pedido; he aquí, que el Señor ha puesto un rey sobre vosotros. 14 Si teméis al Señor, le servís y obedecéis su voz, y no os rebeláis contra el mandamiento del Señor, y si tanto vosotros como el rey que reina sobre vosotros seguís al Señor vuestro Dios, os irá bien. 15 Pero si no obedeciereis la voz del Señor, y os rebelareis contra el mandamiento del Señor, entonces la mano del Señor será contra vosotros y contra vuestro rey – 1 Samuel 12:13-15 (RVR1960).

24 Solamente temed al Señor y servidle con todo vuestro corazón, porque considerad cuán grandes cosas ha hecho por vosotros – 1 Samuel 12:24 (RVR1960).

Introducción:

Las lecturas de hoy resaltan la fidelidad de Dios frente a la oposición. La confianza de David en Dios lo lleva a la victoria sobre Goliat, mientras que Jesús se describe a Sí mismo como el buen pastor, quien cuida y guía fielmente a sus ovejas. Ambos relatos nos recuerdan que la fidelidad de Dios nos capacita para enfrentar los desafíos con valentía y confianza.

Pregunta para reflexionar: ¿Cómo te fortalece la fidelidad de Dios para enfrentar los desafíos con valentía y confianza?

Refuerzo teológico:

En 1 Samuel 12, el pueblo de Israel recibe un recordatorio importante de la fidelidad de Dios, a pesar de sus altibajos. El pueblo había pedido un rey, y aunque su solicitud fue una expresión de falta de confianza en la soberanía de Dios, Él, en Su fidelidad, les concedió lo que pidieron. Sin embargo, Samuel les advierte que si no temen y obedecen a Dios, las consecuencias serán graves. Este llamado a la fidelidad no es solo un recordatorio de obediencia, sino una invitación a reconocer y reflexionar sobre las grandes cosas que Dios ha hecho por ellos.

David, en 1 Samuel 17, muestra cómo la fidelidad de Dios lo capacitó para enfrentar al gigante Goliat. Aunque el enemigo parecía invencible y los demás temían, David se mantuvo firme, confiando en el poder de Dios. Su fe no se basó en su habilidad, sino en la fidelidad de Dios, quien había sido su protector en el pasado y continuaría siendo su fortaleza. La historia de David es un testimonio claro de cómo la confianza en la fidelidad de Dios nos da el valor para enfrentar lo que parece insuperable. Cuando miramos nuestras luchas a través de los ojos de la fidelidad de Dios, nos damos cuenta de que no estamos solos en la batalla.

En el Evangelio de Juan 10:11-14, Jesús se presenta como el buen pastor que da su vida por sus ovejas, asegurando que las guiará con amor y cuidado. Él es fiel para protegernos y guiarnos, no importa lo que enfrentemos. Jesús no solo nos da dirección, sino que se sacrifica por nuestro bienestar. Así como David fue el protector de Israel, Jesús es nuestro protector eterno, guiándonos a través de los desafíos de la vida con Su presencia constante.

La fidelidad de Dios es el fundamento de nuestra valentía. Como lo expresa Isaías 41:10: "No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia". Dios no solo promete estar con nosotros, sino que nos da la fuerza para enfrentar cualquier reto. Nuestra confianza no debe descansar en nuestra capacidad, sino en la fidelidad de Dios que nunca falla.

Reflexión final: La fidelidad de Dios nos equipa para enfrentar los desafíos con valentía y confianza. Al igual que David venció a Goliat no por su propio poder, sino por la fuerza de Dios, nosotros podemos enfrentar nuestras dificultades con el mismo valor, confiando en que Dios es fiel para guiarnos y darnos la victoria. Filipenses 4:13 nos recuerda: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece". Al mirar hacia adelante, confiamos en que el mismo Dios que fue fiel con David y con su pueblo es el mismo que nos sostiene hoy.