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Alabando al que mantiene Su promesa

¿Alguna vez ha experimentado que alguien le haya hecho una promesa y luego haya roto su palabra? Una promesa es realmente tan buena como el carácter del que hace la promesa.

Tal como lo hizo con Zacarías, Dios envió a Gabriel a María para anunciar la promesa de un bebé milagroso. Pero esta no fue una respuesta a la oración de María; fue el cumplimiento de las mismas palabras de Dios.

“Pues ahora el Señor mismo les dará una señal: La joven concebirá, y dará a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emanuel" (Isaías 7:14).

El nacimiento de Jesús fue la culminación de siglos de promesas y profecías. Lo que se mencionó en Génesis ahora era una realidad para María. El Señor había cumplido sus promesas, porque Él es fiel y verdadero. ¡El bebé milagroso de María fue el mismísimo Hijo de Dios!

María respondió al favor de Dios con fe y alabanza. Fe en su respuesta a Gabriel,“Yo soy la sierva del Señor. ¡Cúmplase en mí lo que has dicho!” (Lucas 1:38), y alabanza por el canto poético que expresó en su regocijo con Elisabet.

Tome un momento para apreciar el carácter de Dios en su canción. Él es misericordioso (vs. 50, 54) y fuerte (v. 51). El Señor levanta al humilde (v. 52) y llena al hambriento (v. 53). Dios recordó sus promesas a Abraham y a sus descendientes y guardó Su palabra al dar al mundo, a través de María, el medio para salvación. Él nos envió un Salvador, que es Jesucristo, el Señor.

¿Cómo responde a la Palabra de Dios y a sus promesas? ¿Tiene alguna duda, o elige la fe y la alabanza?

La oración de hoy:

Señor, gracias por tus promesas. Cada palabra que has dicho se cumplirá porque eres fiel. Ayúdame a ver tu carácter y dame hoy fe para creer en ti y responder con alabanza. Amén.