Vengo pronto

'«Por tanto, Yo vengo pronto. Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro». «Por tanto, Yo vengo pronto, y Mi recompensa está conmigo para recompensar a cada uno según sea su obra. Yo soy el Alfa y la Omega, el Primero y el Último, el Principio y el Fin»' (Ap 22:7,12-13 NBLA)

Al inicio de esta serie de devocionales comenzamos mencionando la promesa de un bebé que habría de traer luz a un pueblo en oscuridad, ahora al final de la Biblia en el libro de Apocalipsis vemos una gloriosa promesa. Y esta es que, nuestro Salvador y este Salvador es el niño prometido en Isaías, Él resucito de la muerte y la promesa es que regresará pronto; Él llama a todos aquellos que guardan la profecía del libro bienaventurados es decir bendecidos, todos aquellos que guardan lo que Cristo ha dicho son bendecidos por Él. Él nos dará una recompensa al final, estaremos con Él para siempre; sin pecado, sin mancha ni arruga; sin una pisca de maldad porque todo ha sido pagado en Él, todo ha sido perdonado por Él. Y en lugar de esperar una condenación hay una recompensa según la obra de cada uno ¿Cómo esto no es impresionante y esperanzador? Las aflicciones de este mundo, las tristezas, agonías, ansiedades, desesperaciones deberían ser abrumadas por la idea de que veremos a Cristo. Nada se escapa de su poder y de su control, todo estaba ordenado desde la fundación de los tiempos, Él es el Primero y el Último, nada ha pasado sin que antes Él lo supiera, nada ha sucedido sin Él antes conocerlo; el principio de los tiempos Él estuvo ahí y Él está en el final de los tiempos, recibiéndonos en sus brazos de amor y gracia.

Ese pequeño bebé que nació en un establo es quien había estado desde el principio, quien está con nosotros hoy y estará en un futuro recibiéndonos y recompensándonos cuando seamos transformados por su poder. ¡Alabado sea nuestro Dios! ¡ÉL VIENE PRONTO! No importa lo que pasemos, todo valdrá la pena al estar con Él. Por lo tanto, sigue confiando en Jesús y su obra, continúa sirviendo a Él en todas las áreas de tu vida, ama, perdona, conforta, exhorta todo para la gloria de Aquel que entregó su vida por ti; Él ya está esperándote y lo veremos tal cual es. Esa es la esperanza de todo cristiano, eso recordamos en Navidad; el nacimiento de Aquel que nació para morir, y al morir resucitó y al resucitar nos prometió que vendrá por nosotros. Esta es la esperanza que trae la Navidad, la Navidad es buena gracias a Jesús, que Él sea el centro de ella, que sea el centro de tu vida y que todo tu amor y honra sean ¡sólo para Él!

¡Aleluya, gloria en las alturas; Dios regresará pronto por nosotros!

Responde en oración

• Adora: Adora a Dios por la recompensa y la promesa de que Él regresará pronto por nosotros.
• Agradece: Agradece a Dios porque Él pagó todo en la cruz y nos limpió de toda maldad librándote de condenación eterna.
• Confiesa: Confiesa tu pecado de falta de confianza y fe en Cristo en esta promesa de que Él volverá.
• Súplica: Pide a Dios que te ayude a vivir bajo esa esperanza de verle cara a cara.