Salmo 19: La suficiencia de la palabra de Dios

Beneficios De Leer La Palabra

Salmo 26: La Determinación De Vivir en Integridad

No Tendrás Dioses Ajenos

Viviendo en Libertad, Viviendo Lleno Del Espíritu Santo

Avivando El Fuego

Pedro: Un Apóstol Con Sus Prioridades Claramente Definidas

21 Días De Ayuno Y Oración Con La Iglesia Transformation Church

Las Promesas Pendientes

Criando Una Generación Que Conozca a Dios

Biblia Reina Valera 1960

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 <div class="book bk2CH">
 <div class="chapter ch35" data-usfm="2CH.35">
 <div class="label">35</div><div class="s">Jos&#237;as celebra la pascua</div><div class="r">(2 R. 23.21-23)</div><div class="p"> 1Jos&#237;as celebr&#243; la pascua a Jehov&#225; en Jerusal&#233;n, y sacrificaron la pascua a los catorce d&#237;as del mes primero. 2Puso tambi&#233;n a los sacerdotes en sus oficios, y los confirm&#243; en el ministerio de la casa de Jehov&#225;. 3Y dijo a los levitas que ense&#241;aban a todo Israel, y que estaban dedicados a Jehov&#225;: Poned el arca santa en la casa que edific&#243; Salom&#243;n hijo de David, rey de Israel, para que no la cargu&#233;is m&#225;s sobre los hombros. Ahora servid a Jehov&#225; vuestro Dios, y a su pueblo Israel. 4Preparaos seg&#250;n las familias de vuestros padres, por vuestros turnos, como lo ordenaron David rey de Israel y Salom&#243;n su hijo.#2 Cr. 8.14. 5Estad en el santuario seg&#250;n la distribuci&#243;n de las familias de vuestros hermanos los hijos del pueblo, y seg&#250;n la distribuci&#243;n de la familia de los levitas. 6Sacrificad luego la pascua; y despu&#233;s de santificaros, preparad a vuestros hermanos para que hagan conforme a la palabra de Jehov&#225; dada por medio de Mois&#233;s.</div><div class="p"> 7Y dio el rey Jos&#237;as a los del pueblo ovejas, corderos y cabritos de los reba&#241;os, en n&#250;mero de treinta mil, y tres mil bueyes, todo para la pascua, para todos los que se hallaron presentes; esto de la hacienda del rey. 8Tambi&#233;n sus pr&#237;ncipes dieron con liberalidad al pueblo y a los sacerdotes y levitas. Hilc&#237;as, Zacar&#237;as y Jehiel, oficiales de la casa de Dios, dieron a los sacerdotes, para celebrar la pascua, dos mil seiscientas ovejas y trescientos bueyes. 9Asimismo Conan&#237;as, y Sema&#237;as y Natanael sus hermanos, y Hasab&#237;as, Jeiel y Josabad, jefes de los levitas, dieron a los levitas, para los sacrificios de la pascua, cinco mil ovejas y quinientos bueyes.</div><div class="p"> 10Preparado as&#237; el servicio, los sacerdotes se colocaron en sus puestos, y asimismo los levitas en sus turnos, conforme al mandamiento del rey. 11Y sacrificaron la pascua; y esparc&#237;an los sacerdotes la sangre recibida de mano de los levitas, y los levitas desollaban las v&#237;ctimas. 12Tomaron luego del holocausto, para dar conforme a los repartimientos de las familias del pueblo, a fin de que ofreciesen a Jehov&#225; seg&#250;n est&#225; escrito en el libro de Mois&#233;s; y asimismo tomaron de los bueyes. 13Y asaron la pascua al fuego conforme a la ordenanza;#Ex. 12.8-9. mas lo que hab&#237;a sido santificado lo cocieron en ollas, en calderos y sartenes, y lo repartieron r&#225;pidamente a todo el pueblo. 14Despu&#233;s prepararon para ellos mismos y para los sacerdotes; porque los sacerdotes, hijos de Aar&#243;n, estuvieron ocupados hasta la noche en el sacrificio de los holocaustos y de las grosuras; por tanto, los levitas prepararon para ellos mismos y para los sacerdotes hijos de Aar&#243;n. 15Asimismo los cantores hijos de Asaf estaban en su puesto, conforme al mandamiento de David, de Asaf y de Hem&#225;n, y de Jedut&#250;n vidente del rey;#1 Cr. 25.1. tambi&#233;n los porteros estaban a cada puerta; y no era necesario que se apartasen de su ministerio, porque sus hermanos los levitas preparaban para ellos.</div><div class="p"> 16As&#237; fue preparado todo el servicio de Jehov&#225; en aquel d&#237;a, para celebrar la pascua y para sacrificar los holocaustos sobre el altar de Jehov&#225;, conforme al mandamiento del rey Jos&#237;as. 17Y los hijos de Israel que estaban all&#237; celebraron la pascua en aquel tiempo, y la fiesta solemne de los panes sin levadura por siete d&#237;as.#Ex. 12.1-20. 18Nunca fue celebrada una pascua como esta en Israel desde los d&#237;as de Samuel el profeta; ni ning&#250;n rey de Israel celebr&#243; pascua tal como la que celebr&#243; el rey Jos&#237;as, con los sacerdotes y levitas, y todo Jud&#225; e Israel, los que se hallaron all&#237;, juntamente con los moradores de Jerusal&#233;n. 19Esta pascua fue celebrada en el a&#241;o dieciocho del rey Jos&#237;as.</div><div class="s">Muerte de Jos&#237;as</div><div class="r">(2 R. 23.28-30)</div><div class="p"> 20Despu&#233;s de todas estas cosas, luego de haber reparado Jos&#237;as la casa de Jehov&#225;, Necao rey de Egipto subi&#243; para hacer guerra en Carquemis junto al &#201;ufrates; y sali&#243; Jos&#237;as contra &#233;l. 21Y Necao le envi&#243; mensajeros, diciendo: &#191;Qu&#233; tengo yo contigo, rey de Jud&#225;? Yo no vengo contra ti hoy, sino contra la casa que me hace guerra; y Dios me ha dicho que me apresure. Deja de oponerte a Dios, quien est&#225; conmigo, no sea que &#233;l te destruya. 22Mas Jos&#237;as no se retir&#243;, sino que se disfraz&#243; para darle batalla, y no atendi&#243; a las palabras de Necao, que eran de boca de Dios; y vino a darle batalla en el campo de Meguido. 23Y los flecheros tiraron contra el rey Jos&#237;as. Entonces dijo el rey a sus siervos: Quitadme de aqu&#237;, porque estoy gravemente herido. 24Entonces sus siervos lo sacaron de aquel carro, y lo pusieron en un segundo carro que ten&#237;a, y lo llevaron a Jerusal&#233;n, donde muri&#243;; y lo sepultaron en los sepulcros de sus padres. Y todo Jud&#225; y Jerusal&#233;n hicieron duelo por Jos&#237;as. 25Y Jerem&#237;as endech&#243; en memoria de Jos&#237;as. Todos los cantores y cantoras recitan esas lamentaciones sobre Jos&#237;as hasta hoy; y las tomaron por norma para endechar en Israel, las cuales est&#225;n escritas en el libro de Lamentos. 26Los dem&#225;s hechos de Jos&#237;as, y sus obras piadosas conforme a lo que est&#225; escrito en la ley de Jehov&#225;, 27y sus hechos, primeros y postreros, he aqu&#237; est&#225;n escritos en el libro de los reyes de Israel y de Jud&#225;.</div>
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Texto bíblico Reina-Valera 1960® © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Derechos renovados 1988, Sociedades Bíblicas Unidas.

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 <div class="book bkREV">
 <div class="chapter ch21" data-usfm="REV.21">
 <div class="label">21</div><div class="s">Cielo nuevo y tierra nueva</div><div class="p"> 1Vi un cielo nuevo y una tierra nueva;#Is. 65.17; 66.22; 2 P. 3.13. porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no exist&#237;a m&#225;s. 2Y yo Juan vi la santa ciudad,#Is. 52.1. la nueva Jerusal&#233;n, descender del cielo, de Dios,#Ap. 3.12. dispuesta como una esposa ataviada para su marido.#Is. 61.10. 3Y o&#237; una gran voz del cielo que dec&#237;a: He aqu&#237; el tabern&#225;culo de Dios con los hombres, y &#233;l morar&#225; con ellos; y ellos ser&#225;n su pueblo,#Ez. 37.27. y Dios mismo estar&#225; con ellos como su Dios. 4Enjugar&#225; Dios toda l&#225;grima de los ojos de ellos; y ya no habr&#225; muerte,#Is. 25.8. ni habr&#225; m&#225;s llanto, ni clamor, ni dolor;#Is. 65.19. porque las primeras cosas pasaron.</div><div class="p"> 5Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aqu&#237;, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas. 6Y me dijo: Hecho est&#225;. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le dar&#233; gratuitamente#Is. 55.1. de la fuente del agua de la vida. 7El que venciere heredar&#225; todas las cosas, y yo ser&#233; su Dios, y &#233;l ser&#225; mi hijo.#2 S. 7.14; 1 Cr. 17.13. 8Pero los cobardes e incr&#233;dulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los id&#243;latras y todos los mentirosos tendr&#225;n su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.</div><div class="s">La nueva Jerusal&#233;n</div><div class="p"> 9Vino entonces a m&#237; uno de los siete &#225;ngeles que ten&#237;an las siete copas llenas de las siete plagas postreras, y habl&#243; conmigo, diciendo: Ven ac&#225;, yo te mostrar&#233; la desposada, la esposa del Cordero. 10Y me llev&#243; en el Esp&#237;ritu a un monte grande y alto, y me mostr&#243; la gran ciudad santa de Jerusal&#233;n,#Ez. 40.2. que descend&#237;a del cielo, de Dios, 11teniendo la gloria de Dios. Y su fulgor era semejante al de una piedra precios&#237;sima, como piedra de jaspe, di&#225;fana como el cristal. 12Ten&#237;a un muro grande y alto con doce puertas; y en las puertas, doce &#225;ngeles, y nombres inscritos, que son los de las doce tribus de los hijos de Israel; 13al oriente tres puertas; al norte tres puertas; al sur tres puertas; al occidente tres puertas.#Ez. 48.30-34. 14Y el muro de la ciudad ten&#237;a doce cimientos, y sobre ellos los doce nombres de los doce ap&#243;stoles del Cordero.</div><div class="p"> 15El que hablaba conmigo ten&#237;a una ca&#241;a de medir, de oro, para medir la ciudad, sus puertas y su muro.#Ez. 40.3. 16La ciudad se halla establecida en cuadro, y su longitud es igual a su anchura; y &#233;l midi&#243; la ciudad con la ca&#241;a, doce mil estadios; la longitud, la altura y la anchura de ella son iguales. 17Y midi&#243; su muro, ciento cuarenta y cuatro codos, de medida de hombre, la cual es de &#225;ngel. 18El material de su muro era de jaspe; pero la ciudad era de oro puro, semejante al vidrio limpio; 19y los cimientos del muro de la ciudad estaban adornados con toda piedra preciosa. El primer cimiento era jaspe; el segundo, zafiro; el tercero, &#225;gata; el cuarto, esmeralda; 20el quinto, &#243;nice; el sexto, cornalina; el s&#233;ptimo, cris&#243;lito; el octavo, berilo; el noveno, topacio; el d&#233;cimo, crisopraso; el und&#233;cimo, jacinto; el duod&#233;cimo, amatista. 21Las doce puertas eran doce perlas;#Is. 54.11-12. cada una de las puertas era una perla. Y la calle de la ciudad era de oro puro, transparente como vidrio.</div><div class="p"> 22Y no vi en ella templo; porque el Se&#241;or Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero. 23La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen en ella; porque la gloria de Dios la ilumina,#Is. 60.19. y el Cordero es su lumbrera. 24Y las naciones que hubieren sido salvas andar&#225;n a la luz de ella; y los reyes de la tierra traer&#225;n su gloria y honor a ella. 25Sus puertas nunca ser&#225;n cerradas de d&#237;a, pues all&#237; no habr&#225; noche. 26Y llevar&#225;n la gloria y la honra de las naciones a ella.#Is. 60.11. 27No entrar&#225; en ella ninguna cosa inmunda,#Is. 52.1. o que hace abominaci&#243;n y mentira, sino solamente los que est&#225;n inscritos en el libro de la vida del Cordero.</div>
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 <div class="book bkMAL">
 <div class="chapter ch3" data-usfm="MAL.3">
 <div class="label">3</div><div class="p"> 1He aqu&#237;, yo env&#237;o mi mensajero, el cual preparar&#225; el camino delante de m&#237;;#Mt. 11.10; Mr. 1.2; Lc. 1.76; 7.27. y vendr&#225; s&#250;bitamente a su templo el Se&#241;or a quien vosotros busc&#225;is, y el &#225;ngel del pacto, a quien dese&#225;is vosotros. He aqu&#237; viene, ha dicho Jehov&#225; de los ej&#233;rcitos. 2&#191;Y qui&#233;n podr&#225; soportar el tiempo de su venida? &#191;o qui&#233;n podr&#225; estar en pie cuando &#233;l se manifieste?#Ap. 6.17. Porque &#233;l es como fuego purificador, y como jab&#243;n de lavadores. 3Y se sentar&#225; para afinar y limpiar la plata; porque limpiar&#225; a los hijos de Lev&#237;, los afinar&#225; como a oro y como a plata, y traer&#225;n a Jehov&#225; ofrenda en justicia. 4Y ser&#225; grata a Jehov&#225; la ofrenda de Jud&#225; y de Jerusal&#233;n, como en los d&#237;as pasados, y como en los a&#241;os antiguos.</div><div class="p"> 5Y vendr&#233; a vosotros para juicio; y ser&#233; pronto testigo contra los hechiceros y ad&#250;lteros, contra los que juran mentira, y los que defraudan en su salario al jornalero, a la viuda y al hu&#233;rfano, y los que hacen injusticia al extranjero, no teniendo temor de m&#237;, dice Jehov&#225; de los ej&#233;rcitos.</div><div class="s">El pago de los diezmos</div><div class="p"> 6Porque yo Jehov&#225; no cambio; por esto, hijos de Jacob, no hab&#233;is sido consumidos. 7Desde los d&#237;as de vuestros padres os hab&#233;is apartado de mis leyes, y no las guardasteis. Volveos a m&#237;, y yo me volver&#233; a vosotros, ha dicho Jehov&#225; de los ej&#233;rcitos. Mas dijisteis: &#191;En qu&#233; hemos de volvernos? 8&#191;Robar&#225; el hombre a Dios? Pues vosotros me hab&#233;is robado. Y dijisteis: &#191;En qu&#233; te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas. 9Malditos sois con maldici&#243;n, porque vosotros, la naci&#243;n toda, me hab&#233;is robado. 10Traed todos los diezmos al alfol&#237;#Lv. 27.30; Nm. 18.21-24; Dt. 12.5-7; 14.22-29; Neh. 13.12. y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehov&#225; de los ej&#233;rcitos, si no os abrir&#233; las ventanas de los cielos, y derramar&#233; sobre vosotros bendici&#243;n hasta que sobreabunde. 11Reprender&#233; tambi&#233;n por vosotros al devorador, y no os destruir&#225; el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo ser&#225; est&#233;ril, dice Jehov&#225; de los ej&#233;rcitos. 12Y todas las naciones os dir&#225;n bienaventurados; porque ser&#233;is tierra deseable, dice Jehov&#225; de los ej&#233;rcitos.</div><div class="s">Diferencia entre el justo y el malo</div><div class="p"> 13Vuestras palabras contra m&#237; han sido violentas, dice Jehov&#225;. Y dijisteis: &#191;Qu&#233; hemos hablado contra ti? 14Hab&#233;is dicho: Por dem&#225;s es servir a Dios. &#191;Qu&#233; aprovecha que guardemos su ley, y que andemos afligidos en presencia de Jehov&#225; de los ej&#233;rcitos? 15Decimos, pues, ahora: Bienaventurados son los soberbios, y los que hacen impiedad no solo son prosperados, sino que tentaron a Dios y escaparon.</div><div class="p"> 16Entonces los que tem&#237;an a Jehov&#225; hablaron cada uno a su compa&#241;ero; y Jehov&#225; escuch&#243; y oy&#243;, y fue escrito libro de memoria delante de &#233;l para los que temen a Jehov&#225;, y para los que piensan en su nombre. 17Y ser&#225;n para m&#237; especial tesoro, ha dicho Jehov&#225; de los ej&#233;rcitos, en el d&#237;a en que yo act&#250;e; y los perdonar&#233;, como el hombre que perdona a su hijo que le sirve. 18Entonces os volver&#233;is, y discernir&#233;is la diferencia entre el justo y el malo, entre el que sirve a Dios y el que no le sirve.</div>
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 <div class="book bkJHN">
 <div class="chapter ch20" data-usfm="JHN.20">
 <div class="label">20</div><div class="s">La resurrecci&#243;n</div><div class="r">(Mt. 28.1-10; Mr. 16.1-8; Lc. 24.1-12)</div><div class="p"> 1El primer d&#237;a de la semana, Mar&#237;a Magdalena fue de ma&#241;ana, siendo a&#250;n oscuro, al sepulcro; y vio quitada la piedra del sepulcro. 2Entonces corri&#243;, y fue a Sim&#243;n Pedro y al otro disc&#237;pulo, aquel al que amaba Jes&#250;s, y les dijo: Se han llevado del sepulcro al Se&#241;or, y no sabemos d&#243;nde le han puesto. 3Y salieron Pedro y el otro disc&#237;pulo, y fueron al sepulcro. 4Corr&#237;an los dos juntos; pero el otro disc&#237;pulo corri&#243; m&#225;s aprisa que Pedro, y lleg&#243; primero al sepulcro. 5Y baj&#225;ndose a mirar, vio los lienzos puestos all&#237;, pero no entr&#243;. 6Luego lleg&#243; Sim&#243;n Pedro tras &#233;l, y entr&#243; en el sepulcro, y vio los lienzos puestos all&#237;, 7y el sudario, que hab&#237;a estado sobre la cabeza de Jes&#250;s, no puesto con los lienzos, sino enrollado en un lugar aparte. 8Entonces entr&#243; tambi&#233;n el otro disc&#237;pulo, que hab&#237;a venido primero al sepulcro; y vio, y crey&#243;. 9Porque a&#250;n no hab&#237;an entendido la Escritura, que era necesario que &#233;l resucitase de los muertos. 10Y volvieron los disc&#237;pulos a los suyos.</div><div class="s">Jes&#250;s se aparece a Mar&#237;a Magdalena</div><div class="r">(Mr. 16.9-11)</div><div class="p"> 11Pero Mar&#237;a estaba fuera llorando junto al sepulcro; y mientras lloraba, se inclin&#243; para mirar dentro del sepulcro; 12y vio a dos &#225;ngeles con vestiduras blancas, que estaban sentados el uno a la cabecera, y el otro a los pies, donde el cuerpo de Jes&#250;s hab&#237;a sido puesto. 13Y le dijeron: Mujer, &#191;por qu&#233; lloras? Les dijo: Porque se han llevado a mi Se&#241;or, y no s&#233; d&#243;nde le han puesto. 14Cuando hab&#237;a dicho esto, se volvi&#243;, y vio a Jes&#250;s que estaba all&#237;; mas no sab&#237;a que era Jes&#250;s. 15Jes&#250;s le dijo: Mujer, &#191;por qu&#233; lloras? &#191;A qui&#233;n buscas? Ella, pensando que era el hortelano, le dijo: Se&#241;or, si t&#250; lo has llevado, dime d&#243;nde lo has puesto, y yo lo llevar&#233;. 16Jes&#250;s le dijo: &#161;Mar&#237;a! Volvi&#233;ndose ella, le dijo: &#161;Raboni! (que quiere decir, Maestro). 17Jes&#250;s le dijo: No me toques, porque a&#250;n no he subido a mi Padre; mas ve a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios. 18Fue entonces Mar&#237;a Magdalena para dar a los disc&#237;pulos las nuevas de que hab&#237;a visto al Se&#241;or, y que &#233;l le hab&#237;a dicho estas cosas.</div><div class="s">Jes&#250;s se aparece a los disc&#237;pulos</div><div class="r">(Mt. 28.16-20; Mr. 16.14-18; Lc. 24.36-49)</div><div class="p"> 19Cuando lleg&#243; la noche de aquel mismo d&#237;a, el primero de la semana, estando las puertas cerradas en el lugar donde los disc&#237;pulos estaban reunidos por miedo de los jud&#237;os, vino Jes&#250;s, y puesto en medio, les dijo: Paz a vosotros. 20Y cuando les hubo dicho esto, les mostr&#243; las manos y el costado. Y los disc&#237;pulos se regocijaron viendo al Se&#241;or. 21Entonces Jes&#250;s les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envi&#243; el Padre, as&#237; tambi&#233;n yo os env&#237;o. 22Y habiendo dicho esto, sopl&#243;, y les dijo: Recibid el Esp&#237;ritu Santo. 23A quienes remitiereis los pecados, les son remitidos; y a quienes se los retuviereis, les son retenidos.#Mt. 16.19; 18.18.</div><div class="s">Incredulidad de Tom&#225;s</div><div class="p"> 24Pero Tom&#225;s, uno de los doce, llamado D&#237;dimo, no estaba con ellos cuando Jes&#250;s vino. 25Le dijeron, pues, los otros disc&#237;pulos: Al Se&#241;or hemos visto. &#201;l les dijo: Si no viere en sus manos la se&#241;al de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creer&#233;.</div><div class="p"> 26Ocho d&#237;as despu&#233;s, estaban otra vez sus disc&#237;pulos dentro, y con ellos Tom&#225;s. Lleg&#243; Jes&#250;s, estando las puertas cerradas, y se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros. 27Luego dijo a Tom&#225;s: Pon aqu&#237; tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y m&#233;tela en mi costado; y no seas incr&#233;dulo, sino creyente. 28Entonces Tom&#225;s respondi&#243; y le dijo: &#161;Se&#241;or m&#237;o, y Dios m&#237;o! 29Jes&#250;s le dijo: Porque me has visto, Tom&#225;s, cre&#237;ste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron.</div><div class="s">El prop&#243;sito del libro</div><div class="p"> 30Hizo adem&#225;s Jes&#250;s muchas otras se&#241;ales en presencia de sus disc&#237;pulos, las cuales no est&#225;n escritas en este libro. 31Pero estas se han escrito para que cre&#225;is que Jes&#250;s es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, teng&#225;is vida en su nombre.</div>
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