Navidad: El Nacimiento Que Cambió El MundoMuestra
Profetizando el milagroso nacimiento de Jesús
Son varios los profetas, que tuvieron el enorme privilegio de anunciar el nacimiento del Salvador del mundo. Aproximadamente setecientos años antes de suceder, ya Dios había prometido que, enviaría a su Hijo para que mediante su obra redentora todo ser humano que creyese en Él y que le confesare como tal, recibiera el perdón de pecados, la salvación y la vida eterna.
Todo respecto al origen, concepción, nacimiento y vida de Jesús es sorprendente. No fue como muchos imaginaron, esperaban a un guerrero libertador que con su mano poderosa los liberara de la opresión de sus enemigos, cobrando venganza y el merecido castigo a los impíos. Sin embargo, sucedió algo muy distinto a lo imaginado: Jesús, nace de una joven virgen, concebido por el Espíritu de Dios, proveniente de uno de los pueblos más insignificantes de las tribus de Judá, viviendo como un ser humano más, pero cuya vida fue perfecta, sin pecado, sin corrupción, amando al Padre Celestial y cumpliendo su voluntad más allá de sí mismo, logrando con ello establecer el más extraordinario regalo dado al mundo entero: llevar sobre sus hombros el pecado de todos. No existe ninguna otra persona en el mundo entero que haya sido capaz de semejante sacrificio de amor, de tal clase de triunfo sobre el mal.
No existe otra persona jamás nacida que partiese la historia de la humanidad en un antes y después de su vida. No encontraremos a nadie que nos transforme como Jesús, solamente a través de Él es posible conocer la paz en medio de las tribulaciones, solamente a través de Él es posible alcanzar comunión con el Padre y solamente a través de Él podremos darle a nuestro corazón lo que le hace falta: la restauración de nuestro ser a imagen del Dios que nos creó. Es Jesús el que nos entregó la justificación necesaria para poder ser vistos como el Señor lo ve a Él, nos ha hecho coherederos de su victoria, la hizo nuestra cuando a sus 33 años permitió ser crucificado siendo completamente inocente, sin mancha y sin pecado, tomando el lugar de cada ser humano que sí merecíamos estar ahí colgados pagando el precio de nuestras trasgresiones. Pero no fue así, Jesucristo, el Mesías anunciado siglos antes, aún siendo Dios no se aferró a su posición: “no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse. Por el contrario, se rebajó voluntariamente, tomando la naturaleza de siervo y haciéndose semejante a los seres humanos (Filipenses 2: 6-7).Y aún más, Jesús sabía que su vida sería todo menos fácil, lo insultarían, lo negarían, lo abandonarían, sería terrible e injustamente golpeado, todo su ser sería torturado y humillado, y pudiendo negarse, pudiendo revelarse y defenderse, decidió guardar silencio por amor a cada uno de nosotros.Por eso mismo la Navidad celebra el nacimiento de Aquel que cambió al mundo.
ORACIÓN
Es imposible agradecerte Padre el plan redentor que por gracia nos entregaste por medio de tu Hijo, puro y sin mancha. A ti Señor Jesús, te debemos todo, la gracia, la misericordia, nuestra vida eterna. Tu sacrificio y tu amor son inmensurables e inexplicables. Gracias por tu obediencia y triunfo sobre el mal. Alabado sea tu nombre por siempre. Amén.
Escrituras
Acerca de este Plan
Muchos olvidan la verdadera razón para celebrar estos días de diciembre: el nacimiento que cambió el mundo. Ninguna otra persona nacida ha tenido tal impacto antes, durante y después de su vida. Ninguna otra persona nos trae esperanza y salvación. Porque la Navidad no es algo, es alguien: su nombre es Jesucristo. En este Devocional de cinco días recorreremos la vida de Jesús: desde lo profetizado siglos antes, hasta la promesa de una vida eterna a su lado.
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Nos gustaría agradecer a Vida Abundante Coronado por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.vida.cr