RestauraciónMuestra

Sumergidos

Cuenta la Biblia que Jesús, vivió y experimentó muchos momentos dónde pudo dar vida dónde solo se veía muerte, está el caso de la hija de Jairo, la mujer que tocó su manto o el hombre paralítico; y, si revisamos cada una de las historias encontramos que hay algo en común, la FE inquebrantable e inamovible que cada uno vivía. ¿Dónde estás depositando tu FE? ¿Cómo está tu depósito de aceite? ¿Están tus lámparas encendidas? …

Cuando quitas tu mirada del autor de tu existencia, se vuelve muy fácil olvidar el poder sobrenatural que Él tiene, pues estamos tan sumergidos en nuestros dolores, quejas y aflicciones que ignoramos lo verdadero y esencial. Al leer este devocional, podrás reconocer la operación del Espíritu Santo al ministrarte con lo menos pensado, en este caso usará la palabra que está en Mateo 11:28, aquí encuentras una verdad ineludible; la cual impartirá vida si de ser así lo deseas, eso si, debes tomarla para ti y atesorarla como lo único que hoy tengas para esa sanidad que tanto anhelas. Esto implica una entrega total, un subir al monte alto de vulnerabilidad, una renuncia a tú yo y dejar el egoísmo a un lado; tanto las aflicciones, preocupaciones y dolencias se irán, si decides rendirlas a sus pies; la clave está en la disposición que tengas para vivir en constante cambio, la palabra de Dios nos dice: “Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados; yo les daré descanso”.Esto quiere decir que los cambios llegan cuando dejas de buscar solución en cosas o en personas, nada ni nadie te trae sanidad en absoluto, pero si te encargas de buscar la verdadera fuente que te puede traer restauración, llega!, ya que de eso se trata, de estar en su presencia pero sobre todo de estar quieto en su presencia. Por esto, es necesario que entregues tu atención a Jesús, entrega todo de ti, aprende y enseña; perdona y ama.

Quédate con esto: aun no he visto a alguien que sea movido por Dios y que no cuente con el respaldo de su Dios.