Mi EsperanzaMuestra

Cuando pensamos en las maravillas que se encuentran en la naturaleza, no podemos negar que tenemos un Creador que es un verdadero artista.

Cuando vemos los mares llenos de vida; cuando vemos los magníficos montes brotando; cuando vemos los cielos, las estrellas, la luna y los planetas que rodean nuestra tierra, usamos palabras como hermosura, belleza y grandeza para describir lo que nuestros ojos ven.

Al pensar en que nuestro Creador ha formado un planeta lleno de vida, que le glorifica en cada momento, el salmista David reconoce que, como humanos, no somos dignos de ser reconocidos por Dios. Pero lo más bello es que Él nos ha llamado Sus hijos. Su amor por nosotros es tan grande que entregó a Su único hijo para que podamos encontrar salvación y pasar una eternidad juntos.

El libro de Apocalipsis nos dice que un día veremos a algo que sobrepasa toda belleza que podamos ver dentro y fuera de esta tierra. Lo más hermoso y bello será cuando lleguemos al cielo y podamos ver el rostro de nuestro Padre.

Su Palabra dice que Su resplandor iluminará todo Su reino y no habrá necesidad de sol. Al pensar en ese momento, no hay palabras para explicar lo que sentiremos al abrazar a nuestro Señor. Por ahora, vivimos con esa esperanza y ese anhelo hasta cumplirlo.