Pequeños GigantesMuestra

Reconociendo a nuestro gigante

La historia comienza con la presentación de Goliat, un guerrero filisteo de casi tres metros de altura, cubierto de una armadura de bronce y armado hasta los dientes. Su tamaño y presencia intimidaban al ejército de Israel; nadie se atrevía a enfrentarlo. Los soldados de Israel veían en él un obstáculo imposible de vencer, y este temor paralizante los mantenía inactivos. En nuestras vidas, los "gigantes" pueden tomar diversas formas: un problema financiero, una enfermedad, una adicción o la inseguridad. A menudo, el primer paso para vencer a un gigante es reconocerlo. ¿Qué situaciones o emociones se levantan como “gigantes” en tu vida? ¿Qué problemas te provocan ansiedad o miedo? No podemos luchar contra lo que negamos o evitamos. Reconocer nuestros gigantes nos permite confiar en Dios para superarlos.

Imagina una muralla que bloquea tu camino hacia tu objetivo. No importa lo fuerte que seas, necesitas ayuda para superarla. Del mismo modo, necesitamos a Dios para derribar los gigantes que nos obstaculizan.

Aplicación: Haz una lista de los desafíos que te generan temor o ansiedad y preséntalos a Dios en oración. Al nombrarlos, estás declarando que no tienen poder sobre ti, porque las entregas en las manos de Dios.

Oración:
"Señor, ayúdame a ver mis temores y problemas con claridad, sin esconderme ni huir de ellos. Te entrego cada gigante que me ha causado miedo y te pido fortaleza y fe para enfrentarlos. Confío en que tú eres más grande que cualquier desafío. Amén".