Filosofías espiritistas a la luz de la palabraMuestra

Aprendiendo a caminar en libertad

Ahora que has sido liberado por el poder de Cristo, es fundamental que continúes caminando en esa libertad. La vida cristiana no está exenta de desafíos espirituales, pero Jesús ya ha vencido al mundo y esa victoria es también tuya. No olvides que vivimos en tiempos donde el mal se disfraza de bien, pero como hijos de Dios estamos llamados a discernir y perseverar. Quiero dejarte algunos consejos para tu diario vivir:

1. Mantente firme en la Palabra de Dios.
Haz de la lectura de la Biblia, la oración y la adoración prácticas diarias. La Palabra es tu mayor fuente de fortaleza para resistir las tentaciones y mentiras del enemigo. Llena tu mente con la verdad de Dios para no caer nuevamente en filosofías o tradiciones que no le agradan.

2. Resiste la oposición.
Es posible que enfrentes críticas o burlas por mantenerte firme en tu fe, no te desanimes. Recuerda que la victoria de Cristo sobre el pecado y la muerte garantiza que tú también puedes vencer cualquier oposición. Persevera con valentía, sabiendo que tu nombre está escrito en el libro de la vida.

3. Vence el mal haciendo el bien.
No basta con evitar el pecado, necesitamos vivir para glorificar a Dios en todo lo que hacemos. Cuando enfrentes la tentación de volver a prácticas del pasado, responde con acciones que reflejen el amor y la gracia de Dios. No seas vencido por el mal, sino vence el mal con el bien. Comparte tu testimonio de lo que Dios hizo por ti, sé luz en medio de tinieblas.

4. Alaba a Dios con tu vida.
Cada día es una nueva oportunidad para honrar a Dios con tus pensamientos, palabras y acciones. Aun en los momentos difíciles, recuerda que Jesús dijo: “En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo” . Vive con esa confianza y permite que tu vida sea un reflejo de su gloria.

Este plan nos ha guiado a reconocer las consecuencias espirituales de practicar creencias y tradiciones ajenas a la voluntad de Dios. Hemos visto que, ya sea consciente o inconscientemente, abrir puertas al mundo espiritual puede traer opresión y alejarnos del propósito de Dios para nuestra vida. Sin embargo, también hemos aprendido que el arrepentimiento sincero y la fe en Cristo nos brindan libertad.

La verdadera transformación comienza al reconocer nuestros errores, buscar el perdón de Dios y caminar cada día en su verdad. La victoria de Jesús sobre el mal nos garantiza que, con su ayuda, podemos resistir cualquier tentación y mantenernos firmes en la fe. Recordemos que la libertad en Cristo no es solo dejar atrás las ataduras, sino también vivir una vida que glorifique a Dios en todo momento.

Confiemos en su gracia, busquemos apoyo en nuestra iglesia y perseveremos en la Palabra, porque Dios nos ha llamado a caminar en libertad plena.