Lectura Con El Pueblo De Dios - 7 CompromisoMuestra

Desafío de memorización:

6 Sé fuerte y valiente porque tú harás que este pueblo herede la tierra que prometí a sus antepasados. 7 »Solo te pido que seas fuerte y muy valiente para obedecer toda la ley que mi siervo Moisés te ordenó. No te apartes de ella ni a derecha ni a izquierda; solo así tendrás éxito dondequiera que vayas.8 Recita siempre el libro de la Ley y medita en él de día y de noche; cumple con cuidado todo lo que en él está escrito. Así prosperarás y tendrás éxito.9 Ya te lo he ordenado: ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el Señor tu Dios te acompañará dondequiera que vayas» (JOSUÉ 1:6-9 NVI).

Lectura introductoria:

Salmo 60 - Su estandarte

David escribió el Salmo 60 después de haber derrotado a sus enemigos en una gran batalla. Se cree que los acontecimientos de 2 Samuel 8 y 1 Crónicas 18 inspiraron este Salmo. Ahora, debe obtener la victoria después de haber ganado la batalla. David y su ejército triunfaron sobre sus enemigos en una gran batalla, pero no puede bajar la guardia. El enemigo siempre está al acecho, buscando su desaparición y su reino. La victoria solo llega realmente cuando su último enemigo es conquistado. Solo Dios puede ganar esa batalla.

En el versículo cuatro, David escribe sobre un estandarte en alto, aludiendo a Éxodo 17:15-16, donde se le da a Dios el nombre de Yahweh Nissi, "El Señor es mi estandarte". Dios ganó la batalla por los israelitas cuando Moisés levantó sus manos, sosteniendo el bastón de Dios sobre la batalla que se desarrollaba abajo. David reconoce que solo Dios puede brindar paz y seguridad duraderas a quienes están unidos bajo su estandarte. ¿Cuál es ese estandarte? Cristo es nuestro estandarte, nuestro punto de reunión. Muchos están familiarizados con la canción, “La fe es la victoria”, nuestra fe debe estar anclada en Cristo, quien es el gran vencedor sobre el pecado, el infierno y la tumba.

Salmo 61 - La Roca

En el Salmo 61:2 encontramos el versículo que se prestó a una canción muy conocida, “Llévame a la Roca”.

“¿Por qué no me llevas a esa Roca que es más alta que yo?

Oh guíame, sí Señor guíame

¿Por qué no me llevas a esa Roca que es más alta que yo?

Tú has sido un refugio para mí”

¿Qué es esa Roca? Jesús es la Roca en el desierto que trajo el agua salvadora de la vida a los errantes en el desierto, Él es la piedra que los constructores rechazaron, la Piedra Angular, Él es la Roca de nuestra Salvación.

Josué 17 - Tomando territorio

En este capítulo sentimos pena por Josué. Los israelitas lucharon contra los cananeos durante siete años, pero no los liberaron completamente de la tierra. Ahora Josué está asignando el territorio de la Tierra Prometida a cada tribu y recibe mucha resistencia, en este capítulo de las tribus descendientes de José: Efraín y Manasés. Quieren más tierra, mejor tierra, una tierra sin lucha.

Tienen miedo de mudarse a la tierra que Josué les está asignando porque los cananeos tienen carros de hierro. El hierro era una novedad en ese momento, pero Israel no tuvo hierro hasta mucho después porque la nación que lo tenía lo mantuvo como un monopolio. No fue hasta el reinado del rey David, cuando él rompió el poder de los filisteos, que Israel adquirió el conocimiento de la fabricación del hierro. Es un hecho interesante que Israel no tuvo carros hasta la época del rey Salomón.

Las quejas que escuché de Efraín y Manasés me recuerdan a los 10 espías israelitas que regresaron de su misión de espionaje y se quejaron de que eran "saltamontes" en comparación con los cananeos. Solo veían el mundo a través de sus propios ojos; caminaban por vista, no por fe. Olvidaron lo que Dios hizo con el ejército de Egipto, con sus caballos y sus carros (Deuteronomio 11:4) cuando Israel no tenía ejército alguno.

Anteriormente, Josué se encontró con el comandante del ejército del Señor (Josué 5:13-15). Muchos creen que Josué se encontró con el Cristo preencarnado porque el comandante le permitió a Josué inclinarse ante él, y a Josué se le dio la misma orden que recibió Moisés en la zarza ardiente. Cuando vemos a Jesús como el Comandante de las Huestes del Cielo, Aquel ante quien se doblará toda rodilla, Aquel a quien Dios le dio toda autoridad en el Cielo y en la tierra, ¿a quién temeremos si estamos con Él, en el ejército del Señor? Andamos por fe, no por vista. 2 Corintios 5:7

1 Pedro 1 - Desde la eternidad, tú eres Dios

Cuando Jesús estaba todavía con sus discípulos, antes de su ascensión, le dio a Pedro dos directivas:

1. Apacienta mis ovejas (Juan 21:15-17).
2. Confirma a los hermanos (Lucas 22:32).

En su ministerio y en sus cartas, Pedro dedicó su vida a hacer precisamente eso. Este primer capítulo de la primera carta de Pedro es importante y maravilloso. Enfatiza la esperanza y la herencia maravillosa que tenemos en Cristo, que es imperecedera e inmaculada.

También se propone alentar a los que sufren porque han abrazado la fe cristiana en un mundo hostil a los que no se adhieren al politeísmo y la adoración de ídolos. Pedro entiende que él también está sufriendo y pronto será martirizado.

El versículo que siempre me llama la atención en este capítulo es el versículo 20:

“Él ya estaba previsto antes de la fundación del mundo, pero se ha manifestado en estos últimos días por amor a vosotros”.

Él fue conocido de antemano significa que la redención de la humanidad por medio de la fe ya estaba establecida en la Deidad y se determinó que la segunda persona de la Trinidad sería el Redentor. Antes de la fundación del mundo significa antes del relato de la creación en Génesis, lo que implica que el mundo fue creado con el propósito de la historia de la redención.

Desde Génesis hasta Apocalipsis, esa historia de redención se desarrolla en las vidas del pueblo de Dios. “... Él fue manifestado... por amor a vosotros”. Los santos a lo largo de los siglos anhelaron ver el día del que se habla tan a menudo en las profecías del Antiguo Testamento, y ahora el Mesías había llegado, y Pedro había caminado junto a Él. Ahora, los pecadores podían ser salvos por medio de la fe en el Redentor, quien Ya se había comprometido a salvarnos antes de que se dijera la palabra de Dios para que existiera la fundación del mundo. Esas últimas palabras siempre me sorprenden... “por amor a ti”.

Jinet Troost, Solo en Cristo, mi piedra angular.