Paz en Lo DesconocidoMuestra
Querido lector, cuando Dios nos pide a sus hijos que demos un paso hacia lo desconocido, no es un evento de una sola vez. Es un caminar que se requiere por toda nuestra vida. Pero nuestra obediencia nos gana una gran recompensa: “Después de estas cosas, vino la palabra de Jehová a Abram en visión, diciendo: No temas, Abram, yo soy tu escudo, y tu recompensa será muy grande” (Gén. 15:1).
Si observas con atención, te darás cuenta de que Dios está haciendo una gloriosa declaración aquí: aquellos que le obedecemos, quienes caminamos por fe y damos un paso sin saber lo que nos espera en el futuro, pero confiados en Dios avanzamos apoyados en Su palabra, nunca, nunca estaremos fuera de Su protección. Él dice: “Estaré sobre ellos como un escudo. Y yo seré su recompensa. Me entregaré a mí mismo a ellos”. ¡Wow, precioso!
La palabra de Dios abunda con promesas especiales y específicas para aquellos que son llamados a dar un paso de obediencia. Aquí te dejo solo algunas de esas promesas para que las lleves contigo al trono de Dios. Puedes arriesgar tu vida por estas:
- “Ahora, pues, si dais oído a mi voz y guardáis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos…” (Éxodo 19:5).
- “… Escuchad mi voz, y yo seré vuestro Dios y vosotros seréis mi pueblo; y andad en todo camino que os mande, para que os vaya bien” (Jeremías 7:23).
También tenemos una promesa infalible: que el Espíritu Santo estará con nosotros a través de todos nuestros pasos de obediencia y tiempos de pruebas: “Nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que lo obedecemos” (Hechos 5:32).
Por tanto, querido amigo, si Dios te está diciendo que rindas algo, da el paso y hazlo. La Biblia claramente dice que, si obedeces al Señor, Él te dará el Espíritu Santo para que sea tu guía y fortaleza. Él te proveerá con todo lo que necesitas para completar tu acto de obediencia.
Necesitamos una confianza particular y especial cuando nuestra misma supervivencia es amenazada, máxime en estos tiempos tan complejos que estamos enfrentando. Pero lo más esperanzador es saber que no hay una sola cosa que nuestro bendito Salvador no incluyó en Su oración de Mateo 6:25-33: “No lo pienses dos veces. Tu Padre celestial sabe acerca de todas tus necesidades personales. Él cuidará de ti”.
No importa cuánto ruja la tormenta, nuestro Señor aún estará alimentando a las aves del aire, vistiendo los lirios del campo, y supliendo un océano de peces con todas sus necesidades diarias: “… Vuestro Padre celestial las alimenta” (Mt. 6:26).
Ni una sola de Sus criaturas sufrirá sin que nuestro Señor lo sepa. Ahora te pregunto: ¿Qué clase de Padre sería Él si alimentara a los perros y a las aves y descuidara a sus hijos? ¿Qué clase de Dios enumeraría los cabellos de nuestra cabeza, pero no nuestras monedas? ¡El solo pensarlo es blasfemo! Nuestro Padre alimenta todo el reino animal, y ninguna cantidad de tiempos difíciles detendrá Su provisión: “¿No valéis vosotros mucho más que ellas? … ¿No hará mucho más por vosotros, hombres de poca fe?” (Mt. 6:26, 30)
Yo creo que Dios nos ha provisto con una promesa muy particular para los tiempos duros que se avecinan. Fue dada a Abraham y su descendencia como un juramento: “Así lo juró a Abraham nuestro padre: nos concedió que fuéramos libres del temor al rescatarnos del poder de nuestros enemigos, para que le sirviéramos con santidad y justicia, viviendo en Su presencia todos nuestros días” (Lucas 1:73-75). Dios ha jurado librarnos de cada enemigo y cosa temerosa, para que podamos servirle todos los días de nuestra vida sin temor.
¡Medita en esto!
Escrituras
Acerca de este Plan
Enfrentar lo desconocido puede ser abrumador, pero tomar acción gradual y planificada nos ayuda a superar el miedo. Dividir el objetivo en pasos más pequeños y alcanzables nos permite avanzar de manera progresiva, ganando confianza a lo largo del camino. Uno de los temas recurrentes en la Biblia es que, con Dios, vamos un paso y un día a la vez, caminando con fe y obediencia al mandato del Señor.
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Nos gustaría agradecer a Conociendo a Dios por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://conectar.conociendoadios.net/