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Dios Alivia Nuestro DolorMuestra

Dios Alivia Nuestro Dolor

DÍA 2 DE 5

El dolor es consecuencia de la entrada del pecado y solo puede ser resuelto a través del evangelio.

La Biblia enseña que la causa fundamental del dolor y el sufrimiento en el mundo es el pecado; desde el Génesis, donde Adán y Eva desobedecieron a Dios en el jardín del Edén, el pecado entró en el mundo y con él, todas las formas de dolor y sufrimiento.

El apóstol Pablo, en Romanos 5:12, expresa claramente esta conexión entre el pecado y el sufrimiento: «Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.». El pecado no solo afecta a la humanidad, sino también a toda la creación, como se describe en Romanos 8:20-22.

Este entendimiento bíblico del pecado como la causa del dolor y el sufrimiento tiene profundas implicaciones teológicas y existenciales. Muestra que el dolor no es algo que Dios diseñó originalmente, sino que es una consecuencia del libre albedrío humano y la rebelión contra Dios.

Sin embargo, la enseñanza bíblica también nos ofrece esperanza porque a través de Jesucristo, Dios ha provisto una solución al problema del pecado y el sufrimiento: Jesús vino al mundo para redimirnos del pecado y restaurar nuestra relación con Dios; su muerte en la cruz y su resurrección nos ofrecen perdón, reconciliación para esta vida. La solución definitiva y la esperanza se encuentran en Jesucristo y en la promesa de una nueva creación donde no habrá más dolor ni sufrimiento.

  • Aprende: ¿Cuál es la causa principal del dolor?
  • Vive: El dolor físico y el dolor espiritual son difíciles. La Biblia dice que confiemos en Dios y acudamos a su ayuda, ¿cómo has lidiado con el dolor en tu vida? Aunque la causa es la caída, sabemos que unos a otros somos responsables de lastimarnos, ¿hay alguna herida que aún no hayas resuelto con el Señor? Escribe estas respuestas para continuar con el devocional.
  • Lidera: Escribe la razón específica por la que orarás por tu amiga, ya sea un área de su vida o una enfermedad.

Oración

Amado Padre, ¡Oh, cuánto nos duele vivir en este mundo caído! Te pedimos que nos ayudes a superar este dolor con tu Palabra, a renovar nuestra mente y confiar en tus promesas. Ayúdanos a no desistir a pesar del dolor y recuérdanos que aunque la caída dio la entrada al dolor, Cristo nos ha dado la salida para que confiemos en Él. En Cristo. Amén.

Escrituras

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