Corazón Íntegro Y Entero: Un Viaje De 5 Días Explorando El Centro Esencial De La MisiónMuestra
En Lucas 16, Jesús les cuenta a sus discípulos una parábola extraña. A pesar de todas sus dificultades, es claramente una parada importante en el camino, haciendo un punto incisivo sobre la vida con corazón íntegro y entero. La historia se centra en los pensamientos y acciones de un gerente o supervisor listo y fríamente calculador. Ilustra el propósito singular empleado por un personaje singularmente egoísta que opera de una manera razonable según las prioridades dominantes de su contexto (“cuida al #1”). Dentro del mundo de la parábola, todos los personajes comparten estas prioridades y valores implícitos, por eso la manipulación calculada de las personas y las circunstancias por este supervisor es elogiada y aplaudida.
Pero cuando Jesús sale del mundo de la historia para volver al tiempo y espacio reales de sus discípulos, vuelve nuestra atención al asunto central de fidelidad y lealtad singular. Si el gerente inescrupuloso de la parábola representa a los discípulos de Jesús, no es por su carácter (formado por un conjunto de valores antitéticos al reino de Jesús) sino por su identificación como siervo. Jesús insiste en que la fidelidad es la característica central de la relación entre un siervo y su amo (“fidelidad” se usa cinco veces en los versículos 10–12). En el contexto de la parábola, la fidelidad significa manejar con integridad la propiedad del amo; en el mundo real de los discípulos, obviamente significa manejar con integridad las “verdaderas riquezas” del reino de Dios (v. 11). Tal fidelidad es posible solo cuando hay un amor de corazón íntegro y entero y una lealtad exclusiva y sin división para con el Rey: “Nadie puede servir a dos amos. Porque odiarás a uno y amarás al otro; le darás devoción a uno y menospreciarás al otro. No puedes servir a Dios y al dinero” (v. 13). Por la presencia de un público específico, los fariseos, quienes “amaban su dinero” (v. 14), el amo competidor nombrado aquí es el dinero, pero podría ser cualquier objeto de deseo que dividiera nuestra lealtad exclusiva a Dios y sus propósitos.
La fidelidad y la lealtad sin división siguen estando al centro del escenario como las características de vivir con corazón íntegro y entero. Para los que están plenamente comprometidos con ser más y más como Jesús y con unirse a él en misión, el rechazo intencional de todos los demás “amos” es un requisito necesario.
Escrituras
Acerca de este Plan
Estar en misión con Jesús puede involucrar muchas actividades diferentes (plantar iglesias, hacer discípulos, evangelizar, etc.) y puede ocurrir en diferentes tipos de lugares. Pero en medio de esta diversidad de tareas y lugares, existe un elemento esencial para cada seguidor misional de Jesús que está totalmente comprometido con él: la integridad del corazón. Más importante que el ir y el hacer es el ser—ser personas con corazones de integridad, con una lealtad singular, que han sido formados, reformados y transformados por el Espíritu Santo en su obra de hacernos más y más parecidos a Jesús.
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Nos gustaría agradecer a One Mission Society por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://onemissionsociety.org/