¿Quién escribe tu futuro?Muestra

Prácticas como el espiritismo, la meditación trascendental, los viajes astrales y la ouija destruyen nuestra mente. Usamos nuestros sentidos para intentar tener contacto con un ser que ya murió, pero lo que realmente sucede es que jugamos con nuestra mente. Jesucristo explicó claramente que cuando una persona muere, ya no podemos tener contacto con ella, y ellos tampoco con nosotros. Esto lo enseñó en la historia del "rico y Lázaro".

Nosotros tenemos la mente de Cristo y debemos pensar como Él, lo cual solo se logra estudiando, meditando y orando en Su Palabra. Esto mantiene nuestra mente en orden y evita que divaguemos en prácticas que son un engaño del enemigo. Una mente ociosa es un taller para Satanás. Nuestros sentidos captan cosas a través de nuestros ojos, pero el problema ocurre cuando lo subimos a nuestra mente y luego lo bajamos al corazón. Es entonces cuando se vuelve peligroso, porque lo llevamos a la práctica. Por eso, debemos crucificar nuestro "yo" en Cristo.

Nuestro espíritu debe estar siempre ligado al Espíritu de Dios, para que nuestra alma, donde están nuestras emociones y voluntad, no sea llevada de un lado a otro, y así nuestro cuerpo no nos lleve a pecar. Debemos tener cuidado.