La Adoración Congregacional Para Una Vida De Intimidad Con DiosMuestra

Extraigamos algunas lecciones prácticas:

El mejor día de la vida de Zacarías fue aquel en el que más cerca estuvo de Dios. Zacarías nunca antes estuvo y nunca más estará tan cerca del Lugar Santísimo como en ese momento. Y mientras Zacarías ofrecía su servicio un ángel le anuncia que Dios le daría un hijo. ¡El incienso sube y la bendición desciende! Siempre ocurre así.

Zacarías recibió su milagro en el templo, el lugar de la oración. En Isaías 56:7 leemos: “Yo los traeré... y haré que sean felices en mi casa de oración... Porque mi casa será llamada casa de oración para todas las naciones”, (PDT). Jesús dijo: “Mi templo será una casa de oración”, Lucas 19:46 (NTV). ¡Cuántas bendiciones nos perdemos por no tomar con seriedad el lugar de la oración! Veamos un ejemplo que ilustra esta verdad: Jesús ofreció la llenura del Espíritu Santo a 500 personas (1ª Corintios 15:3-6) pero solo los que estuvieron reunidos en el aposento alto, orando, lo recibieron: “Todos los presentes fueron llenos del Espíritu Santo”, Hechos 2:4 (NTV). ¿Y los creyentes ausentes? ¡SE LO PERDIERON! ¿Te das cuenta de la importancia de congregarte? ¿Te das cuenta de las bendiciones que podrías perderte cuando decides quedarte ‘invernando en casa’ en lugar de asistir al templo a orar y adorar? Reunir a la iglesia o la familia para orar es una verdadera batalla espiritual. ¡La enorme resistencia evidencia los beneficios sobrenaturales que se liberan! ¿Necesitas otro ejemplo? ¿Dónde estaba Lidia cuando sus ojos espirituales fueron abiertos y recibió la salvación? Orando, en el lugar de la oración. “El sábado salimos a las afueras de la ciudad... donde esperábamos encontrar un lugar de oración. Nos sentamos y nos pusimos a conversar con las mujeres que se habían reunido... Lidia... Mientras escuchaba, el Señor le abrió el corazón para que respondiera al mensaje de Pablo”, Hechos 16:13-14 (BAD).

Piensa una vez más en Zacarías, en Lidia o en aquellos 120 que estuvieron en el aposento alto. Ese día ellos lo comenzaron como cualquier otro, pero terminó siendo el mejor de toda la vida. Dios les entregó a cada uno de ellos una bendición que jamás olvidarían. Uno nunca sabe cuándo van a llegar las cosas buenas, pero la única manera de asegurarnos que dichas bendiciones sean aprovechadas es estando en el lugar correcto, escuchando las cosas correctas. “No descuidemos, como algunos, el deber que tenemos de asistir a la iglesia...”, Hebreos 10:25 (NT BAD). “Algunos están faltando a las reuniones, y eso no está bien...”, Hebreos 10:25 (PDT). Siempre existe mayor posibilidad de que seas bendecido participando de un culto que quedándote en casa “prendido” a la televisión. Invertir tiempo, dinero y esfuerzo en actividades como retiros, congresos o campamentos contribuye a tu avance espiritual, en vez de tomar café o té, haciendo nada. ¿Quién dice que antes que finalice este día Dios te sorprenda con una enorme bendición? ¿Y si es el día de tu sanidad o el día de tu liberación financiera? Dios tiene sus maneras de trabajar y el efecto sorpresa siempre ha sido su especialidad.