Oraciones Productivas Para Una Vida De Intimidad Con DiosMuestra

Todos los hombres y mujeres de Dios que experimentaron éxitos extraordinarios utilizaron de manera intensa y con presteza los recursos espirituales de la oración, el ayuno, el llanto y el luto, entre otros. Daniel se enfrentó a los leones en oración. Ester logró revertir el decreto de aniquilación sobre la nación ayunando. Pablo y Silas fueron liberados de la cárcel adorando y cantando himnos. La iglesia primitiva puso patas arriba al imperio más poderoso de todos los tiempos dependiendo del Espíritu Santo. Ahora bien, seamos honestos y digamos que las disciplinas espirituales podrían no funcionar. A continuación te mostraremos en qué casos no dan resultados:

Cuando el que las practica no está bien con Dios: “La oración de quien está bien con Dios es poderosa y efectiva”, Santiago 5:16 (PDT). “Todo el mundo sabe que Dios no escucha a los pecadores; en cambio, escucha a todo aquel que lo honra y cumple su voluntad”, Juan 9:31 (BLPH). ¡Cuando existe pecado, la oración no funciona! Y si no lo crees échale un vistazo a la vida de Saúl. Durante todo el tiempo en que fue desobediente sus oraciones no fueron escuchadas: “Saúl... oró al Señor, pero el Señor no le respondió... Al final, Saúl dijo... “Búsquenme a una espiritista para que yo vaya a consultarla...’”, 1º Samuel 28:5-7 (PDT). El pecado bloquea la comunicación con el cielo: “Sus pecados han hecho que Dios se tape los oídos y no quiera escucharlos”, Isaías 59:2 (TLA). Al igual que Saúl algunas personas, en lugar de elegir el camino del arrepentimiento y restablecer la conexión con el cielo, se vuelven al mundo ocultista. ¡Qué falta de sabiduría! Cierto día un escorpión le pidió a una rana que lo ayude a cruzar el río. Al principio se negó, pero finalmente fue convencida por las palabras elocuentes del escorpión. En medio del río, éste le clavó el aguijón. “¿Por qué hiciste eso? ¡Ahora ambos vamos a morir!”, gritó la rana. El escorpión contestó: “Porque aguijonear está en mi naturaleza”. Así ocurre en el mundo espiritual: ¡Destruir es la naturaleza de Satanás pero ayudar, restaurar y bendecir es la naturaleza de nuestro gran Dios!