Descubriendo y viviendo su grandezaMuestra

El Dios que sana (Rapha)

Una de mis historias favoritas en los evangelios es la historia del paralítico que sus amigos llevaron ante Jesús, ¡bajándole por el techo de una casa! Esta historia me encanta porque es una en la cual podemos ver cómo Jesús sanaba a las personas, haciéndolo de manera holística.

Cuando sus amigos presentan a este paralítico ante Jesús para ser sanado, Jesús ve el ser completo de este hombre. Él ve como este hombre necesitaba una sanidad que iba mucho más allá de la sanidad física, necesitaba una sanidad del corazón. Es por eso por lo que antes de sanar su cuerpo, sana su corazón.

Por eso me encanta como el Salmo 103:3 describe a Dios en este sentido; “Él perdona todos tus pecados y sana todas tus dolencias”.

¡Nuestro Dios es un Dios que sana! Sana tus dolencias y enfermedades sí, pero también sana las dolencias ocultas de tu corazón. Por eso déjame preguntarte ¿Hay algo hoy que necesitas poner delante de Dios para que pueda ser sanado? ¿Algo que tienes guardado en tu corazón y que quizá no has compartido con nadie?

Sabes, yo siempre he luchado con ser vulnerable y con compartir con otros mis cargas o dolores. Pero hace unos años Dios me llevó al desierto por un tiempo en el cual la única forma de salir de eso fue aprender a abrirme y escuchar la voz de Dios a través de otros, ser vulnerable ante Él. Esto fue lo que me ayudó en su momento a recibir la sanidad de Dios en mi corazón.

Por eso hoy quiero decirte que puedes confiar en que Dios puede y quiere sanarte. Él puede sanarte de tu enfermedad y también sanar el dolor en tu corazón.

A veces, lo único que él está esperando es que vengas delante de él, que abras y derrames tu corazón delante suyo. En ocasiones, lo que te pide es que busques ayuda en la comunidad de fe, en su iglesia. Que dependas de la familia que te ha dado Cristo. Así como los amigos de este paralítico fueron los que llevaron a su amigo ante los pies de Cristo para ser sanado.

¿Hay alguien cerca de ti que pueda ser como esos amigos del paralítico? ¿Alguien con quien puedas ser vulnerable y abrir tu corazón? Quizá hoy Dios quiere hablarte a través de esa persona, quizá Dios quiere usarle para traer sanidad en tu vida y solo está esperando que tomes la decisión de abrir tu corazón ¿Te animarías hoy a hacerlo?