Amada Primero Por DiosMuestra

Dios es el único que puede satisfacer todas tus necesidades

En el libro de Juan capítulo 4 se relata la historia de Jesús y la mujer samaritana. En esta hermosa historia puedo ver cómo Dios siempre debe ser nuestra fuente para todo lo que necesitamos. Es Él quien puede satisfacer todas nuestras necesidades. Con esto no quiero decir que el amor de tu esposo y tus hijos no son importantes, ellos forman parte del amor que Dios siente por ti. Sin embargo, debes tener claro que hay un amor más grande, un amor que va por encima de todos los amores en esta tierra porque es el amor en sí mismo. Un amor que es el único que nunca falla. Tú y yo somos amadas primero por Dios. Él nos amó desde antes de nacer y nos ama por Su gracia. Es un regalo que Él nos hace todos los días.

Muchas veces, nos desvalorizamos porque no entendemos que nuestro valor proviene de Él. Jesús vino a enseñarnos dónde debe estar nuestro valor y nuestra identidad, como hizo con aquella mujer Samaritana:«Jesús le respondió: “Todo el que beba de esta agua volverá a tener sed, pero el que beba del agua que Yo le daré, no tendrá sed jamás, sino que el agua que Yo le daré se convertirá en él en una fuente de agua que brota para vida eterna”». Juan 4:13-14

A través de Jesús tenemos un manantial del cual brota vida eterna. Él es la fuente inagotable en la cual podemos tenerlo todo. Cuando una situación venga para destruirnos o cuando hasta nuestro cónyuge nos falle, es Él quien está ahí en todo tiempo. Podemos refugiarnos y saber que como Dios es quien nos ama primero, todo lo demás lo podemos hacer con Él. Jesús nos lo asegura cuando dijo:«Pero busquen primero Su reino y Su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas» (Mateo 6:33).

Jesús vio a la mujer samaritana ese día. Él conoció sus más profundas necesidades y anhelos, y comprendió su dolor. Él vio en ella lo que quizás muchos pasaron por alto. Yo me imagino esa escena, pienso en la mirada tierna de Jesús hacia ella. Imagino lo sorprendida que estaba de que un hombre judío, siendo ella samaritana, la mirara y le hablara para decirle que en Él nunca iba a tener sed, ya que Él era suficiente para ella. Me conmueve saber que Jesús también nos mira de esa manera a pesar de nuestros errores.

De la misma manera que Jesús la vio a ella, me ve a mí y te ve a ti. Él ve lo que para muchos no existe.

Tarea de hoy: si aún no has comenzado a hacerlo, comienza hoy a buscar a Dios primero que a nada. Busca un rincón en tu casa en donde puedas ir en oración todos los días y leer Su Palabra. Ambientalo según puedas y necesites para que tengas ese tiempo a diario con Dios y en intimidad con Él conocerle cada vez más. Esto te ayudará a comprender Su amor por ti.