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Redefiniendo El PropósitoMuestra

Redefiniendo El Propósito

DÍA 2 DE 3

Hebreos 6:1. Asegura: “Dejemos los rudimentos y avancemos hacia la madurez en cristo" (Mi paráfrasis).

Un niño de 7 años no ve un problema de la misma manera que lo ve un adulto de 40 años. Ese es el punto, sí. Ahora dentro de esto, cuando yo hablo de Iglesia, estoy hablando de ti y de mí porque somos nosotros la iglesia, somos nosotros el cuerpo de Cristo. Cuando digo que la meta de Dios para la Iglesia es madurez, estoy diciendo que esa es la meta que Dios tiene para ti y para mí. El deseo del Padre o el propósito del Padre es tener muchos hijos a la imagen de su Hijo.

El nuevo nacimiento es nuestro punto de partida, no es una meta. ¿Por qué? Porque lo que nos habilita para poder colaborar con el propósito eterno del Padre precisamente es el nuevo nacimiento. O sea, yo no puedo colaborar con el propósito eterno de Dios si yo no tengo un nuevo nacimiento en el espíritu.

La salvación por tanto es un proceso que durará toda la vida y está directamente ligado a nuestra relación con Cristo. Se nos ha dicho: “Cuida tu salvación, protege tu salvación, trabaja para tu salvación”. ¿Por qué? Porque la salvación es algo valioso. Pero ahora lo vemos más ampliamente, porque nos damos cuenta de que la salvación no es un objetivo como una meta, es el punto de partida.

La salvación es lo que te abre la puerta para que Dios diga: “Mi deseo sobre tu vida es que ahora tú cada día te parezcas más a Jesús mi Hijo. La salvación que has obtenido que se te ha regalado a través del nuevo nacimiento es lo que te capacita y lo que te habilita para esa vida en Él. Por este fin, te he escogido, te he separado desde antes de la fundación del mundo para que seas conformado a la imagen de mi amado Hijo”. ¿Lo logras ver? Ese es el inicio, el ser salvos y el nacer de nuevo es lo que nos habilita para llegar a ser como el Hijo de Dios.

En 1 Tm 2: 3-4, dice: “Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad”. ¿Ahora escuche, si usted lee esto aquí son dos cosas diferentes o no? Aquí dice que sean salvos y que lleguen a conocer la verdad. Una cosa es ser salvo y otra cosa es avanzar en el conocimiento de la verdad. Cuando usted dice, póngale al pollo, sal y pimienta porque dice sal y pimienta porque no son lo mismo. Porque podemos ser salvos y permanecer ignorantes a la verdad, el resto de nuestros días.

¿Quién es la verdad? El único que es verdadero, recto y puro, es decir Cristo; entonces Él es la verdad que estamos llamados a conocer en profundidad. Entonces, sí somos salvos gloria a Dios, pero ahora Dios quiere que avancemos, que no nos quedemos con lo básico, es decir con el nuevo nacimiento o primer amor; Dios quiere que seamos plenamente capaces de comprender (Renovando el entendimiento) con todos los santos cuál es la anchura, la longitud, la profundidad y la altura de conocer el amor de Cristo (Efe. 3:18-19).

La madurez en Cristo trae consigo una verdad reveladora, y es la de darnos cuenta que entre más crecemos en el amor de Dios, de alguna forma nos vamos volviendo menos insensibles. ¿Estamos muertos? La pregunta es ¿Muertos a qué? A las críticas, pero también a las alabanzas. Eso es lo que más daño puede hacernos a las personas, que nos alaben continuamente. Porque esto puede hacer que el ego de las personas crezca y crezca continuamente. Y sabemos que esto es peligrosísimo.

Aquí ni nosotros, ni tú importamos, lo que importa es Dios que es el que da el crecimiento a la gente. Nosotros podemos estar aquí leyendo esto, pero si no es Dios el que trabaja en nosotros y nos permite profundizar en Su Ser, de nada sirve lo que pretendamos ser delante de Dios. Porque aquí se trata solo de Él y lo que hace en nuestro interior por la obra de Su santo Espíritu que nos revela a Cristo.

Si algo bueno sale de nosotros es por Él, es decir por Cristo que está en nosotros. No olvidemos eso, por favor, si estamos siendo usados por Dios para algo bueno es por Dios, por Su amor y Su gracia, No olvidemos que fue Él quien nos escogió, nos amó, nos limpió, nos puso Su anillo, nos vistió con ropas nuevas, nos calzó nuestros pies y nos preparó una fiesta para entrar al banquete de Su gozo eterno.

Día 1Día 3

Acerca de este Plan

Redefiniendo El Propósito

Dios tiene un propósito para tu vida y es Su Propósito, y lo que Él hace por amor es incluirnos es Su Gran Proósito. Hay una definición que nosotros hemos aprendido que nos han enseñado, sobre el propósito eterno, y que obviamente no se trata de saberla de memoria. Pero más que aprendérmela de memoria, se trataría de entender el corazón de esta declaración.

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Nos gustaría agradecer a TopCristianos por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://topcristianos.com/