Míralo conmigo

Buscando la perspectiva de Jesús

"Ahora bien, la parábola es ésta: la semilla es la palabra de Dios. Los que están al lado del camino son los que han oído; Entonces viene el diablo y quita la palabra de sus corazones, para que no crean y sean salvos. Los que están en el suelo pedregoso son los que, cuando oyen, reciben la palabra con alegría; y estos no tienen raíz firme; creen por un tiempo, y en tiempo de tentación se apartan. La semilla que cayó entre los espinos, éstos son los que la oyeron, y a medida que avanzan en su camino se ahogan con las preocupaciones, las riquezas y los placeres de esta vida, y no dan fruto a la madurez. Pero la semilla en la buena tierra, éstos son los que oyeron la palabra con corazón sincero y bueno, y la retuvieron, y dieron fruto con perseverancia" (Lucas 8:11 - 15 NVI).

El año pasado, mi esposa y yo hicimos realidad un sueño a largo plazo que era poseer y disfrutar de una pequeña granja. Lo visitamos 2 o 3 veces a la semana, ya que está a solo una hora en coche de nuestra casa y de mi oficina. A veces, incluso viajamos. El propósito de la granja es para una inversión familiar a largo plazo, pero sobre todo, para usarla en el ministerio como un lugar dedicado para escribir y para retiros de oración y demás. La granja está en proceso de desarrollo, ya que aplicamos un poco de esfuerzo para hacer del lugar lo que sentimos que Dios desea. Pero ya está demostrando ser un retiro agradable para la oración y la inspiración. Así que permítanme compartir algo de inspiración que he recibido últimamente:

En esta granja tengo un buen lugar para cultivar un jardín, que ha sido algo que he querido hacer durante mucho tiempo pero que no tenía un lugar para hacer antes. Claro, es una tarea, pero una que estoy empezando a amar a medida que aprendo a cultivar un huerto en el suelo en el que vivimos en el noroeste de Arkansas. ¿Quizás puedo resumirlo con lo que me dijo mi vecino cuando empecé a preparar el jardín, ya que su finca está al lado de la nuestra y tiene la misma tierra? Me dijo que cavara un hoyo donde quiero plantar algo y lo llenara con tierra vegetal de otro lugar y tomara la tierra nativa que había excavado y la usara como lecho de carretera, porque eso es todo para lo que sirve. Sí, estoy aprendiendo mucho sobre cómo cultivar un jardín y especialmente en suelos rocosos. Lo más obvio es que nada crecerá en suelo rocoso. Pero también estoy aprendiendo algo sobre la buena tierra.

Ahora, la capa superior del suelo que puse en el hoyo que cavé en el suelo rocoso hará crecer cosas, especialmente malezas. Sin embargo, el suelo todavía carece de la nutrición adecuada para convertirse en un "buen suelo", y cualquier planta vegetal que ponga en él se debilitará y no podrá producir adecuadamente. Las malas hierbas superarán fácilmente mis plantas en apuros, ya que absorberán cualquier nutrición del suelo. Las malas hierbas crecen más rápido que la planta. Por lo tanto, no solo necesito desmalezar constantemente este suelo, sino que también debo estimularlo para obtener la nutrición adecuada si quiero un "buen suelo". Para hacer esto, agrego compost y otros ingredientes a la tierra y la lojo hasta que esté arcillosa y tenga la nutrición adecuada. Entonces, y solo entonces, mi jardín está listo para producir y cultivar plantas sanas, porque ahora están en buena tierra. ¿A dónde voy con esto, porque este no es un artículo de County Co-op que les estoy escribiendo? Hay una verdad oculta en el paralelo que estoy haciendo, tal como fue con la parábola de Jesús.

Creo que hay al menos 2, tal vez 3 cristianos mencionados por Jesús en Su parábola. Están los que se caen (suelo pedregoso), los que se ahogan (malas hierbas) y los que viven como nosotros (suelo bueno). Es solo en la buena tierra que un cristiano producirá fruto y, como dijo Jesús en Juan 15, podemos producir fruto de una sola manera y es permaneciendo con Él. Por lo tanto, la "buena tierra" es en realidad la relación permanente con Jesús. En esta relación se encuentran todos los ingredientes necesarios, como en la buena tierra que mencioné. En esta "buena tierra", haremos lo que estamos diseñados para hacer naturalmente, que es dar fruto. Es también en esta "buena tierra" o la relación permanente con Cristo, que estamos bajo el cuidado del Viñador, y Él nos podará como le plazca para que demos más fruto. Esto incluye la eliminación de malezas, ya que Él quita las preocupaciones que nos ahogarían. Podemos entregarle gozosamente el cuidado de nosotros mismos, porque estamos en la "buena tierra" y Él es nuestro Jardinero. Pero, ¿qué pasa con los otros creyentes que no viven en la "buena tierra"? ¿Hay esperanza para estas personas que viven una vida así? Seguro que sí, pero no será en suelos rocosos o enredados en malezas. Tienen que meter su vida en la "buena tierra". Dado que hay ingredientes que componen la "buena tierra", consideremos qué ingredientes deben agregarse a nuestra vida para movernos de las rocas y la tierra espinosa para ponernos en la "buena tierra" que todos anhelamos en el fondo.

Ingredientes necesarios para pasar a la "buena tierra":

• Nutrición: Mencioné que la tierra regular no haría crecer adecuadamente las plantas, ya que no pueden competir contra las malas hierbas. Se deben agregar otros nutrientes para hacerlos fuertes. Jesús dijo que las espinas en su parábola representan las preocupaciones y la búsqueda de riquezas que ahogan el fruto en la vida de una persona. Este fruto sin duda incluiría nuestra calidad de vida, pero también el propósito de la misma. Estas malas hierbas ahogan nuestro propósito, nuestra alegría y nuestra felicidad. Estas preocupaciones y otras actividades son evidencia en nuestra vida de que algo anda mal. En esto, estamos viendo síntomas de anemia espiritual. En otras palabras, indican que algo falta en nuestra vida y si queremos un cambio, entonces tenemos que hacer algunos cambios en el suelo. El antídoto para la anemia espiritual es una dosis diaria de la palabra de Dios. Sin embargo, no nos lo espolvoreamos como un aderezo tópico y decimos: "Listo, yo hice eso". No, debemos labrarlo en nuestra vida como yo labré el compost y otros elementos en la tierra. Tiene que integrarse en el tejido de nuestra vida. La palabra de Dios se convierte en un sistema de filtros para nuestros pensamientos, nuestras palabras y nuestras acciones. Cambia la naturaleza de nuestro suelo, ya que nuestra vida se vuelve fácilmente flexible en las manos del Maestro Gardner. Por lo tanto, leemos la palabra de Dios, aplicamos sus verdades a nuestra vida y respondemos obedeciéndolas. Entonces, nos dirigimos a la "buena tierra".
• Compañerismo con personas espiritualmente sanas: Dios provee ejemplos de cómo es una vida plantada en "buena tierra". Estas personas son un gran lugar para encontrar sabiduría y perspicacia para llevar tu vida a una buena tierra. El simple hecho de estar cerca de ellos contribuye en gran medida a desmalezar el jardín de nuestra vida. Busca a estas personas y pasa el rato con ellas hasta que comiences a mirar a través de sus ojos.
• Una buena iglesia:No todas las iglesias son buenas iglesias y tu condición no mejorará si tienes comunión con una iglesia que no enseña verdades bíblicas y actúas de acuerdo con ellas. Sin embargo, si puedes encontrar uno, únete a él y participa. El aislamiento de la familia de un hombre cristiano y de él mismo del Cuerpo de Cristo es tierra fértil para la mala hierba, no para el fruto. Es peligroso.
• Maleza: Dije que la mala hierba es evidencia de una deficiencia espiritual y que la palabra de Dios vencerá a la mala hierba. Sin embargo, hasta que no nos encontremos bajo el cuidado del viticultor, tendremos que hacer algunas de nuestras propias malas hierbas. ¿Cómo lo hacemos? Se produce una preocupación debido a algún tipo de miedo. Debemos lidiar con esa preocupación como si estuviéramos arrancando malas hierbas de un jardín. ¿Cómo actuamos? ¿Qué nos dicen las Escrituras que hagamos? Mira y aprende:

Regocíjense en el Señor siempre. Lo diré de nuevo: ¡Alégrate! Que tu mansedumbre sea evidente para todos. El Señor está cerca. No os preocupéis por nada, sino presentad vuestras peticiones a Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. Filipenses 4:4-7

Alegrarse: No tienes por qué temer. Dios está contigo. Cambia tu corazón del temor al regocijo porque Su ayuda está en camino.

Sé evidente para todos: Es importante expresar tu esperanza a los demás por la forma en que ven tu vida. ¿Está cargado y profundamente agobiado o es evidente para todos que estás poniendo tu confianza en tu Rey? Deja que tu esperanza brille como si ya hubieras recibido la ayuda que está llegando.

No te preocupes: Dios no nos habría inspirado esta instrucción si hubiera sido un impulso incontrolable. Tenemos la capacidad de no estar ansiosos si aceptamos que no hay nada por lo que estar ansiosos, porque Dios ha escuchado nuestra oración y está actuando de acuerdo con nuestra petición.

Pero en todo, con oración y ruego, con acción de gracias, presentad vuestras peticiones a Dios. Aplica la verdad de Dios a la cizaña. Cuando transferimos nuestra preocupación y la condición que nos llevó a ella a Dios, entonces Él es capaz de obrar en él o en su nombre. ¿Cuál es el resultado? Como toda "buena tierra", hay una cosecha. En este caso la cosecha inmediata es...... la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús

• Abandono personal y confianza absoluta: Si deseas vivir en la "buena tierra", no puedes quedarte en la maleza. Se requiere una acción de su parte para ir allí y permanecer allí. Te he dado algunos "ingredientes nutricionales" que te llevarán hacia la "buena tierra" de una relación duradera con Cristo. Pero, antes de que puedas entrar allí, se requiere el abandono personal de los derechos que conservas para ti y la confianza absoluta en tu Rey. Una vez hecho esto, se producirá una cosecha. Pero no se puede tener doble ánimo y esperar entrar en la "buena tierra".