El Señor ha dado, y el Señor ha quitado. ¡Alabado sea el nombre del Señor!

Siempre que leo la historia de Job, me siento desafiado por las circunstancias de la historia. Mi vida no es perfecta, pero comparada con la de muchas personas de todo el mundo, ¡es estupenda! Tengo una buena educación, buena salud física y mental, como lo que quiero, cuando quiero, tengo acceso a agua corriente, tengo un techo sobre mi cabeza y he encontrado a Jesús.

Sin embargo, este pasaje me desafía porque no estoy seguro de cómo reaccionaría si alguna vez me pusieran a prueba de la misma manera que a Job. Sospecho que tú estás en el mismo barco que yo - todos no sabemos cómo reaccionaríamos hasta que somos probados. Todos esperamos que si perdiéramos todo menos nuestra salvación, como Job, nuestra respuesta incluiría la alabanza. Job no sólo alabó al Señor, ¡sino que nunca culpó al Señor por nada de lo que le había sucedido!

Job 1: 20-22 - Después que Job oyó todos estos informes, se levantó y rasgó su manto. Se afeitó la cabeza. Luego se postró en tierra y adoró al Señor. Dijo: «Nací desnudo. Y desnudo me voy de aquí. El Señor ha dado y el Señor ha quitado. Sea alabado el nombre del Señor». A pesar de todo, Job no pecó culpando a Dios por haber hecho algo malo (RVR1960).

¿Cómo pudo Job hacer esto?

Job aceptó que la fuente de todo lo que tenía no era él. Era el SEÑOR. La postura de Job era de humildad. Comprendió que fue el SEÑOR quien le dio la capacidad de obtener riquezas y lo hizo diferente de los demás. Por lo tanto, cuando le fue arrebatada, se sintió agradecido por lo que se le había dado y fue capaz de aceptar su estado actual.

Deuteronomio 8:18 - Pero acuérdate del Señor, tu Dios. Él te da la capacidad de producir riqueza. Eso demuestra que mantiene los términos del pacto que hizo contigo. Se lo prometió a tu pueblo hace mucho tiempo. Y sigue siendo fiel a su pacto hoy (RV).

1 Corintios 4: 7 - ¿Quién te hace diferente de los demás? ¿Qué tienes que no hayas recibido? Y si lo recibiste, ¿por qué presumes como si no lo hubieras recibido? (RVR1960).

Ahora bien, esto no significa que Job no se sintiera decepcionado y no lamentara la pérdida de su familia (como queda claro en los capítulos siguientes). Pero nos ayuda a comprender cómo debemos comportarnos en tiempos difíciles. Debemos recordar que lo que tenemos viene de Dios y que, a pesar de nuestras decepciones y dificultades en la vida, Dios sigue siendo digno de nuestra alabanza y adoración.