7 Oraciones Para Hacer Crecer Su MatrimonioMuestra

El matrimonio es una herramienta asombrosa para la santificación; el proceso de parecerse cada vez más a Jesús. Sucede lentamente, como dijo Pablo en 2 Corintios 3, "de un grado de gloria a otro". Dios nos invita a crecer, pero no nos obliga. Cuando decidimos buscar la semejanza a Cristo, encontraremos que las oportunidades de amar, servir y sacrificarnos están por todas partes.

Puesto que el matrimonio es lo más unido que dos personas pueden estar en la tierra, ofrece muchas oportunidades para deponer nuestro egoísmo, orgullo y preferencias por el bien de nuestro cónyuge, matrimonio y familia. Hay veces en que lo único que quiero es tumbarme en el sofá sin que nadie me moleste, pero mi cónyuge me pide ayuda con algo. Luego están las veces en que no nos ponemos de acuerdo sobre dónde ir a cenar o qué película ver, y las ocasiones en que se olvidan de algo que era importante para mí. Estos son los momentos en los que la santificación del matrimonio me parece más real. Los pequeños sacrificios cotidianos, no heroicos ni reconocidos, que nadie más conocerá jamás.

Este es uno de los beneficios de una relación tan estrecha. Nos afilamos mutuamente, "como el hierro afila el hierro". Cuando deseamos crecer más cerca de Jesús e invitamos a Dios a trabajar en nuestra santificación en el matrimonio, ciertamente tendremos momentos en los que nuestros bordes afilados pueden ser refinados.

Se necesita humildad para permitir que Dios trabaje en nuestra santificación. Tienes la opción de cuidar de ti mismo y de tus deseos, o de dar prioridad a tu cónyuge y a sus necesidades igual que a las tuyas. Puedes insistir en que tienes razón, o puedes pedir su opinión y utilizar su perspectiva para ayudarte a crecer. ¿Qué vas a elegir hoy?

Oración: Dios, estamos muy agradecidos por habernos concedido el don del matrimonio. Te pedimos que tengamos la sabiduría y la humildad para someternos a tu poda y enseñanza, y que seamos refinados y afilados a través de nuestra relación. Acércanos más a ti, Señor, a medida que nos acercamos el uno al otro. Amén