La Verdad nos hará libresMuestra

Hay momentos en que el ser humano atraviesa situaciones que se vuelven tiempos de prueba. La Escritura nos enseña que, en medio de estas situaciones, tengamos gozo. Aunque puede sonar difícil, tengamos presente que las pruebas tienen una intención: producir un fruto, es decir, un cambio en nuestra manera de vivir y de pensar. Dicho de otra manera, nos traen libertad.

En una ocasión, los discípulos iban con Jesús en una barca cuando vino una tormenta. Ellos pensaron que iban a morir; tuvieron miedo. Jesús dormía, y entonces lo despertaron diciendo: “¡Señor, sálvanos, que perecemos!”. Jesús calmó la tempestad y les dijo: “¿Por qué teméis, hombres de poca fe?”. Al final, los discípulos quedaron maravillados de cómo el viento y el mar se tranquilizaron. En ese momento, su miedo se fue y fueron librados de aquella tempestad.

Piensa en la última prueba que atravesaste. ¿Qué aprendiste de ella? Tal vez fue paciencia, crecer en fe, ser generoso, etc. Ese es el fruto que podemos ver después de atravesar una prueba, y eso trae gozo.

Recuerda que, cuando atravieses una prueba, estas no están diseñadas para derrotarte, sino para fortalecerte y darte una victoria más para la gloria y honra de Dios.