21-Días Ayuno y Oración Hacia y Durante Tu Próxima TemporadaMuestra

¿Puedes creer que estás a solo cinco días del final de este increíble viaje? Está empezando a comprender que la línea de meta está cerca.

¿Pero qué pasa cuando llegas al final? Fue un momento agridulce para mí, ¿lo es para ti también? Por un lado, estaba emocionado de volver a disfrutar de una comida deliciosa. No me malinterpretes, ¡me perdí algunos! Pero, por otro lado, no quiero dejar nunca ese increíble lugar de total confianza únicamente en Dios, donde la comida no es mi principal objetivo.

Recuerda, amigo mío, que no sólo de pan vivimos, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. Esa es la verdad que los ha sostenido a lo largo de este viaje. Es un poderoso recordatorio de que hay mucho más en la vida que simplemente satisfacer el hambre física.

Una de mis oraciones durante el ayuno había sido la de poder controlar mis hábitos alimentarios. ¿Por qué? Porque aquí hay un propósito mayor en juego. Nuestros seres queridos nos necesitan. Nuestras comunidades nos necesitan. Hay un reino ahí fuera esperando que tengamos un impacto significativo y para muchos de nosotros, ya sea comida, alcohol u otro vicio, no podemos permitir que eso nos robe nuestro propósito.

Entrégate totalmente a Dios. No se deje llevar por ninguna de estas distracciones y tentaciones que este mundo tiene para ofrecer. No pases ni un solo día fuera de Su propósito para tu vida. ¿Por qué? Porque cuando vives alineado con Su voluntad, puedes ser testigo de cosas maravillosas que suceden a tu alrededor. Sus planes divinos se desarrollan ante tus ojos.

Entonces, mientras continúas este viaje y te preparas para el final del ayuno, aférrate a esta verdad: hay un propósito mayor en tu vida y, repito, no desperdicies ni un solo momento viviendo fuera de él. Fuiste creado para causar un impacto, y no tengo ninguna duda de que, junto con el Espíritu Santo, cuando entregues el vicio, verás Su voluntad cumplida de maneras extraordinarias. Sigue presionando, sigue rindiéndote y sigue abrazando Su propósito. Lo mejor está por venir.

Oración: Señor, alinea mi corazón, mi mente y mis acciones con Tu divina voluntad desechando todo vicio de mi vida. Ayúdame a discernir Tus planes y propósito para mi vida a través de la oración y la búsqueda de Tu guía sin desperdiciar un momento. Concédeme la sabiduría para tomar decisiones que se alineen con Tu plan perfecto. Guíame en este viaje de reconstrucción, confiando en que cada paso está orquestado por Tus amorosas manos. Entrego mis planes a Tu alineación divina. En el nombre de Jesús, amén.