Devocional Del Día | SeptiembreMuestra

Testimonio

2 Corintios 11:30

Si tengo que enorgullecerme de algo, me enorgulleceré de las cosas que muestran mi debilidad.

Este versículo muestra el desenlace de todo lo que el apóstol Pablo ha padecido, en la versión La Pasión dice así: He trabajado mucho más duro para Dios, he recibido más palizas y he sido arrastrado a más cárceles que ellos. He sido azotado excesivamente, varias veces, hasta el punto de la muerte. Cinco veces he recibido treinta y nueve azotes de los líderes judíos. Tres veces experimenté ser golpeado con varas. Una vez me apedrearon. Tres veces he naufragado; durante toda una noche y un día estuve a la deriva en alta mar. En mis difíciles viajes me he enfrentado a muchas situaciones peligrosas: ríos peligrosos, ladrones, extranjeros e incluso mi propia gente. He sobrevivido a peligros mortales en la ciudad, en el desierto, con tormentas en el mar y con espías que se hicieron pasar por creyentes. He trabajado hasta el punto del agotamiento y he pasado muchas noches sin dormir. “Con frecuencia me han privado de comida y agua, me han dejado hambriento y temblando de frío, sin ropa adecuada. Y además de estas circunstancias dolorosas, tengo la presión diaria de mi responsabilidad por todas las iglesias, con una profunda preocupación que pesa sobre mi corazón por su bienestar.

Y en medio de todas esas aflicciones, Pablo afirma lo siguiente: Si tengo que enorgullecerme de algo, me enorgulleceré de las cosas que muestran mi debilidad.

Y lo anterior hasta puede escucharse algo insólito, sin embargo, como lo expresa en Romanos 1:16 Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación, el apóstol Pablo entendía perfectamente a quien estaba sirviendo.

Medita: ¿Me enorgullezco de las cosas que muestran mi debilidad?