Devocional Del Día | SeptiembreMuestra

Rindiendo todo dolor

2 Samuel 12:20,23

Entonces David se levantó del suelo y enseguida se bañó y se perfumó; luego se cambió de ropas y fue a la casa del Señor para adorar. Después regresó al palacio, pidió que le sirvieran alimentos y comió.

Pero ahora que ha muerto, ¿qué razón tengo para ayunar? ¿Acaso puedo devolverle la vida? Yo iré adonde él está, aunque él ya no volverá a mí.

No hay una manera correcta de llevar un duelo, solo podemos sentir nuestro dolor y entregárselo a Dios.

David confiaba en la esperanza que ahora nosotros conocemos más profundamente, que habría un tiempo en que volvería a estar junto a su hijo. Esta es la esperanza que mantenemos en Cristo Jesús, no solo que nosotros iremos a donde ellos están, sino que ellos y nosotros tendremos vida nueva y en abundancia.

David no se bañó y comió porque dejara de dolerle la muerte de su hijo, no hizo su duelo a un lado, no dejó de lado su sufrimiento o el de su esposa, tomó todo ese dolor y lo puso delante de Dios.

David decidió confiar en la voluntad de Dios y aferrarse a la esperanza que conocía. Hoy nosotros conocemos bien al hacedor de esta esperanza.

Medita: ¿Puedes buscar rendir todo dolor a Dios en oración?