Lectura Con El Pueblo De DiosMuestra

Reto de memorización del mes:

Creo en Dios, Padre Todopoderoso, creador del cielo y de la tierra.

Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por el Espíritu Santo y nació de la virgen María. Padeció bajo Poncio Pilato, fue crucificado, murió y fue sepultado; Descendió a los infiernos. Al tercer día resucitó de entre los muertos. Ascendió al cielo y está sentado a la diestra de Dios Padre Todopoderoso. Desde allí vendrá a juzgar a los vivos y a los muertos.

Creo en el Espíritu Santo, en la santa iglesia cristiana, en la comunión de los santos, en el perdón de los pecados, en la resurrección de la carne y en la vida eterna. Amén.

Lectura con el Pueblo de Dios:

Eso es asqueroso

"Eso es asqueroso. ¡No me gusta!". "Está bien, cambiaré mi sandía y me comeré tu melón". "No. ¡Es asqueroso!". La opinión de mi nieta de 4 años con respecto al melón se convirtió en toda una discusión. No importaba que disfrutara del melón. Porque pensó que era 'asqueroso', nadie debería comerlo. Esta es una idea simplificada que encontraremos en nuestro pasaje de Romanos.

Se emitía un juicio sobre lo que comía la gente, y se comparaba con la ley dada por Dios. Hoy, en Deuteronomio, leeremos algunas de esas leyes. Sin embargo, las reglas que se aplican tienen más que ver con lo que se puede comer y, lo que es más importante, con CÓMO está sucediendo esto. Las leyes de Dios no fueron dadas por restricción, sino por amor. Quería protegerlos compartiendo lo que era seguro, pero también quería que entendieran el plan relacional de obediencia y gratitud por lo que Dios proveyó.

Había muy poca "comida rápida" en la Biblia. Las comidas tenían un vínculo relacional; Sin tiendas de comestibles, preparar la comida requería mucho más tiempo. Durante este tiempo, las reglas establecidas para comer alimentos y hacer sacrificios en la adoración proporcionaron muchas oportunidades para reflexionar sobre lo que esto significaba para la relación que uno tenía con Dios, así como con aquellos que también participan en el proceso. En la época en que el pueblo judío vivía con estas leyes en los tiempos del Nuevo Testamento, comer y sacrificarse en la adoración se había vuelto más habitual que experiencial.

A aquellos en el Éxodo de Egipto que recibieron la ley de primera mano se les recordó que su obediencia es una respuesta de amor a Dios. Avancemos rápidamente hasta nuestro pasaje de Romanos, donde durante muchos años los judíos se centraron en seguir las reglas sobre las relaciones. La crítica y el juicio estaban ocurriendo en lugar de enseñar y aprender sobre lo que la ley decía y lo que significaba. La comprensión de la ley estaba de acuerdo con el camino de fe de una persona con Dios. El punto de Pablo es que respondemos a Dios en nuestro compromiso de seguirlo, y juzgar cómo otros hacen lo mismo no depende de nosotros. Esto nos lleva de nuevo a tener conversaciones sobre nuestra fe en lugar de criticar a otros creyentes u ofender a otros creyentes.

En unidad, podemos enfocarnos con el salmista en la adoración y hablar sobre el resto... Enamorado.