¡Help!

La quinta promesa nos proporciona una gran ayuda y fortaleza.

Nos encontramos en Isaías, el hijo de Amoz, quién profetizó durante cuatro reinados diferentes, los de Uzías, Jotam, Acaz y Ezequías. Tal vez pudo completar algo durante el mandato del terrible Manáses.

Esta promesa es contundente: te fortaleceré y te ayudaré.

De nueva cuenta, ante la adversidad solemos preguntarnos ¿Porqué a mí? ¿Acaso Dios está enojado conmigo? La respuesta está aquí, tú le perteneces. Eres un elegido.

Me lo imagino como una transferencia bancaria sin sentido, no sabes de dónde vino, o mejor aún, sí que lo sabes y vino de arriba, porque El es bueno, agradable y más que perfecto.

Cuando el dragón de la duda toque a tu puerta, cuando el agua de las pruebas te está llegando al cuello, y no puedes dormir, recurre a uno de los 365 versículos con la frase "no tengas miedo".

Que la paz, y la gracia de Dios esté contigo siempre.