En cualquier momento

La ansiedad y la incomodidad pueden desencadenar un ciclo descendente de emociones. Usted recibe una mala noticia, como el fallecimiento de un ser querido. En su estado de desaliento, se siente incapaz de enfrentar otros problemas, lo que lo debilita aún más. Así, el ciclo descendente continúa hasta que usted mismo, o alguien más, le brinda esperanza y alivio.

El apóstol Pablo encontró a los cristianos de Tesalónica en un estado mental de ansiedad. Estaban profundamente preocupados, temiendo que nunca volverían a ver a sus seres queridos que habían fallecido antes del regreso de Cristo. Además, tenían miedo de que Cristo ya hubiera vuelto y que ellos se hubieran perdido su aparición. Pablo les escribió palabras de consuelo, enfocadas en el rapto de la iglesia, la aparición de Cristo en los cielos para reunir a Sus seguidores antes de los siete años de tribulación sobre la tierra. Al eliminar el aguijón de la muerte, se aliviarían otros problemas terrenales.

¿Está usted preocupado? No permita que el ciclo descendente comience. Consuélese con la verdad de que, en cualquier momento, Cristo aparecerá para llevarlo consigo al cielo. Esa bendita verdad es suficiente para superar cualquier prueba terrenal.