Sábado: una protesta

Sábado significa parar. Cesar. Como un "basta ya". El sábado es un tiempo de descanso. Pero, ¿sabías que el sábado también es una "protesta"?

Eres un "ser humano", no un "hacer humano".

Para nosotros, los humanos, en realidad nunca es suficiente. En algún lugar, en el fondo, siempre queremos más. Más dinero, más poder, más grande, más bonito... simplemente más de todo. Confiar en que mañana volverá a haber suficiente es una de las cosas más difíciles para los humanos.

El sábado es un abandono consciente de esta actitud de "no es suficiente para todos". Con esta actitud de intentar controlarse a uno mismo. El sábado es una protesta. Una elección de confiar.

¡A Dios le importa!

En esta sección del Éxodo 16, el pueblo de Israel acaba de ser liberado de Egipto. Allí fueron un pueblo esclavo durante mucho tiempo. Trabajaban, y si trabajaban vivían. ¿Pero es eso vivir?

Y aquí, en el desierto, dependían totalmente de Dios. En el Dios que les liberó de la horrible esclavitud de Egipto. El Dios que derrotó por ellos a los ejércitos de Egipto y les condujo a través del Mar Rojo. El Dios que quiere mostrarles el camino paso a paso y cuidar de ellos.

Pero qué rápido puedes olvidarlo. Entonces empiezas a acumular, a rascarte de nuevo. Y eso es exactamente lo que hace una parte de la gente.

Alguien dijo una vez: "Liberar a un pueblo de la esclavitud es una cosa, pero sacar al esclavo de un pueblo es otra muy distinta". Y así es. Lo ves reflejado en Éxodo 16.

La confianza es una de las cosas más difíciles para un ser humano.

El sábado es una protesta.

El sábado es un momento en el que dices: Basta ya. Elijo confiar en Dios. Él provee, y que yo tenga suficiente no depende de mi esfuerzo. Vivo bajo Su provisión. Él es el Dios que provee.

¿Sientes lo liberador que es eso?

¿Tienes uno de esos momentos en la semana en que te das ese capricho y lo haces muy físico?

Jesús dijo: "El sábado fue hecho para el hombre, no el hombre para el sábado".

Disfruta de este regalo de Dios para ti y detente un momento. Él cuida de ti.

Reflexiona sobre las siguientes preguntas:

• ¿Qué lugar ocupa el sábado en tu vida?
• El sábado como protesta: ya basta. ¿Cómo puedes dar forma concreta a eso?
• Cuando miras tu vida, ¿ves un "hacer humano" o un "ser humano"? ¿Qué puedes cambiar en eso?

Ora: "Señor, Tú provees. Ayúdame a no olvidarlo. Gracias por el don del sábado y ayúdame —quizás como protesta contra mí mismo —a darle un lugar en mi vida. Un recordatorio periódico de quién eres Tú. Señor, haz que un testimonio salga de mi vida también de esa manera. Amén."

Este plan de lectura ha sido creado por Alongsiders Europa y Jesus.net siguiendo la serie "Los Elegidos". Nuestro objetivo es ayudarte a empezar con la serie.

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