¿Está Dios con Nosotros?Muestra

Clamor en el mal tiempo

Jueces 6:1-7: Llamamiento de Gedeón. La historia bíblica nos cuenta sobre el período de opresión para los israelitas a manos de los madianitas. El pueblo de Israel tenía demasiados problemas y estaban padeciendo porque se habían alejado de Dios; como consecuencia de ese alejamiento, estaban sucediendo cosas terribles en el pueblo. Los madianitas obligaron a los israelitas a esconderse en cuevas y montañas. Cada vez que los israelitas sembraban, los madianitas y otros venían y destruían los cultivos, dejando a Israel en gran pobreza. Finalmente, los hijos de Israel clamaron a Jehová debido a la opresión de sus enemigos. Esto se asemeja a las veces que andamos bien y como estamos bien nos olvidamos quién nos hace andar en paz y confiados. Tanto así que terminamos alejándonos de una relación con Dios, nos cegamos completamente y empezamos a llenarnos de miedo ante los problemas que nos invaden; por esa razón, es importante que, aunque estemos viviendo en gozo, que ese gozo no se termine. No esperes volver a estar mal para retomar, lo que ya con fe y con lágrimas has conseguido. Es necesario que sepas que cuando mantienes esa comunión, tu fe estará tan fortalecida y sabrás que Dios ante los problemas nunca deja de ser y aunque alguna mala situación quiera atacarte, estarás listo para seguir con vida y caminando. No dejes de ser constante para que no llegues al punto en que Dios sea tu última opción a todo.

Esto me recuerda en el tiempo que yo estaba muy alejado de los caminos de Dios, empezaba a ser Padre por primera vez y me encontré con las presiones típicas que tan hacen la sociedad y la familia. Pues el cambio y los problemas financieros llegaron de un solo golpe, tanto así que me prohibieron vivir junto a mi hijo y su mamá. El panorama era tan complicado que yo hasta contaba los centavos en mi cuarto y me sentía tan decepcionado de mí porque no podía darle provisión a ninguno de los dos. ¿Qué podrían esperar de mí?, yo apenas estaba recién graduado de la universidad. Pero decidí levantarme y perseverar.

Para ese tiempo mi papá tenía su negocio y le pedí que me diera la oportunidad de ayudarlo en el local. Él sin pensarlo me aceptó y con mucha Fe me ganaba 3 o 4 dólares diarios. Eso me hizo ser un poco más agradecido por lo que ganaba en el día, y en las noches empezaba a darle gracias a Dios por esos dólares que generaba, también empecé a clamar por un trabajo estable. Incluso recuerdo que, en una de esas noches arrodillado, decía: Señor por favor escúchame, yo sé que no he sido un buen hijo, pero por favor escúchame y ayúdame. Es aquí cuando yo le digo a las personas que Dios siempre ha sido muy explícito y directo conmigo, porque luego de unos 3 días recibí una llamada que iba a cambiar mi situación laboral para toda mi vida hasta ahora.

Porque desde aquella llamada hasta en la actualidad no he dejado de tener trabajo y provisión para mi hijo.

Te animo para que juntos sigamos navegando por este tema que se pone cada vez más interesante. En el día dos hablaremos sobre las bendiciones que nos pone Dios en la mesa y que por nuestra necedad y poca fe, no las podemos ver.

Reflexión

Hay algo que Dios quiere decirte, es que Él nunca deja de ser. ¿Qué es lo primero que haces cuando estás mermado de problemas? ¿La culpa te impide buscar a Dios? Querido amigo déjame decirte que solo estás a una oración de distancia para que Él mueva las piezas y ponga todo a tu favor, y no gastes el tiempo para entenderlo porque el amor sobrepasa nuestra limitante mente. Solo debes aceptar que Él solo quiere bendecirte.

En este primer día te animo a que seas más intencional y le cuentes tus problemas a Dios. No importa si son muy pequeños o te quiera ganar la culpa, Dios está interesado en escucharte y de esa forma empezar a tener una relación contigo.