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Afirmando nuestra identidad en Dios.

Sentirse inútil a menudo viene de olvidar quiénes somos en Dios. La sociedad y nuestras propias dudas pueden hacer que nos alejemos de nuestra verdadera esencia.

Nuestro valor y propósito están profundamente arraigados en ser hijos de Dios. Al alejarnos de esta verdad, permitimos que las mentiras del enemigo nos desmotiven y nos hagan sentir inútiles.

La vida de Pedro ilustra poderosamente esta verdad en Dios. Después de haber negado a Jesús, Pedro se sintió profundamente arrepentido y fracasado. Sin embargo, Jesús lo restauró y reafirmó su valor y propósito, mostrando que Pedro siempre fue y siempre será un hijo amado de Dios, con una misión importante (Juan 21:15-17).

Volver a la verdad de Dios nos reafirma como sus hijos amados, con derechos y bendiciones que Él ha preparado para nosotros. Romanos 8:16-17 nos recuerda que el Espíritu Santo testifica a nuestro espíritu que somos hijos de Dios, herederos de Su promesa. Esta verdad nos da una base sólida para enfrentar cualquier desafío y vivir con propósito.

Hoy, reafirma tu Identidad como hijo de Dios. Reconoce que eres valioso y amado por tu Padre Celestial. Permite que esta verdad te motive a vivir con propósito y confianza. Al igual que Pedro, que se levantó de su fracaso para convertirse en un líder fundamental en la iglesia primitiva, tú también puedes vivir con la certeza de que eres una obra maravillosa de Dios, con un propósito divino. ¡Eres un hijo de Dios y eso es lo más importante!