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Día 2: Aliento en la comunidad

Estuve con mi esposa en una clase de Nuevos Miembros en una nueva iglesia a la que asistimos. Nos reuníamos en la casa de alguien y nos estábamos conociendo. La esposa del joven pastor era muy transparente, y algo que dijo realmente me impactó. Ella dijo: "Cada vez que me siento sola, deprimida o confundida, sé que necesito comunidad". Me sentí muy identificado con lo que estaba diciendo. Dado que hemos estado en transición a una nueva ciudad, después de vivir en Tulsa durante los últimos 25 años, hemos estado en una temporada bastante larga sin mucha comunidad. Durante 9 meses, no tuvimos una iglesia en casa, no estábamos en un grupo comunitario y no teníamos demasiados amigos cristianos con los que nos reuniéramos. Sentí un gran vacío en mi vida, al igual que mi esposa y mi familia.

Seamos realistas, este mundo puede ser un lugar bastante oscuro. Las normas de la sociedad son tan inclusivas y moralmente neutrales que si usted es un cristiano que cree en la Biblia y es guiado por el Espíritu, puede sentirse fácilmente como un paria o, al menos, fuera de contacto. Si no estás en comunidad con otros creyentes de ideas afines, puedes empezar a dudar de tu fe y de tus creencias. Es posible que comiences a alejarte y llegues a ser como la Iglesia de Éfeso, a quien Cristo reprendió: "Te reprocho esto: has abandonado tu primer amor. ¡Recuerda la altura desde la que has caído! Arrepiéntete y haz las cosas que hacías al principio". Apocalipsis 2:4-5a

Como mínimo, es posible que te desanimes y te canses. En Hebreos 10:24-25 leemos: "Y consideremos cómo podemos estimularnos unos a otros al amor y a las buenas obras. No dejemos de reunirnos, como algunos tienen la costumbre de hacer, sino animémonos unos a otros, y tanto más cuanto veis que se acerca el Día. "El escritor habla de que se acerca 'El Día' y de cómo necesitaremos aliento. Creo que esta referencia es "El Último Día" cuando Cristo regrese. Sabemos por las palabras de Cristo a los apóstoles que los días se oscurecerán a medida que comiencen los "dolores de parto" antes de que Él regrese. (Véase el capítulo 24 de Mateo). ¡Puedes argumentar que los dolores de parto han comenzado!

Hebreos también enseña acerca de todos los grandes hombres y mujeres de fe y cómo eran "extraños y extranjeros en la tierra". (Hebreos 11:13.) Dice que buscaban y anhelaban un país propio, un país mejor, uno celestial. En Estados Unidos, en todas las ciudades, hay comunidades de personas que son de otros países... Comunidades alemanas, comunidades polacas, comunidades mexicanas, comunidades rusas, etc. Todos comparten una herencia, un idioma, unas costumbres y unos valores comunes. Todos ellos tienen un amor por su país de origen.

Del mismo modo, para nosotros los cristianos, nuestro hogar está en el cielo, y nuestros corazones y espíritus anhelan ese lugar. Al reunirnos con nuestros hermanos y hermanas de nuestro país de origen, compartimos una herencia cristiana transmitida durante 2000 años. Hablamos un lenguaje celestial mientras nos hablamos unos a otros con salmos, himnos, Escrituras y profecías. Nos unimos a costumbres ancestrales como la adoración, la comunión, el matrimonio. Tenemos ideas afines en nuestras creencias, y nos damos cuenta de que no estamos solos en este planeta oscuro. Compartimos el amor por Cristo y el anhelo del Cielo. Todo esto nos da el aliento que necesitamos para mantenernos firmes en estos últimos días.