Viviendo con IntegridadMuestra

En todo su discurso, Job jamás menciona a Satanás como autor de sus tragedias. Siempre creyó que había un propósito en todo, que si Dios daba, también tenía el derecho de quitar. No estaba del todo equivocado. Dios mostró al diablo que Job realmente era íntegro y, además, tuvo un encuentro más personal con Job. Reprendió a sus amigos y le mandó orar por ellos. Después de esto, le dio el doble de lo que tenía, fue consolado por la gente y vivió muchos años más.

Caminar en la voluntad de Dios y en sus principios no es fácil. Los tiempos de prueba a veces se nos hacen interminables, pero si Job pudo salir victorioso de la tribulación, tú también podrás. Los tiempos son peligrosos, pero Dios nos ha dado todas las armas para repeler los ataques del maligno. Hemos sido mucho más bendecidos que otras generaciones. Nos bendijo con su sacrificio, nos dio al Espíritu Santo y su Palabra, que es la espada del Espíritu, entre otras cosas. Nos enseña: someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros. Tenemos un Sumo Sacerdote que fue tentado en todo, pero sin pecado, que nos enseña que hacer la voluntad de Dios es lo más importante y nos dejó ejemplo de cómo vencer.

Si le damos libertad a los deseos de nuestra carne, nos meteremos en graves conflictos, y es donde podríamos darle entrada al maligno. También habrá tribulaciones que no provoquemos y simplemente seamos puestos a prueba. ¡Agárrate de la Palabra y resiste! Job resistió, mantuvo su fe y retuvo su integridad, y Dios lo bendijo con el doble de lo que tenía.

No olvides que tenemos un enemigo que rodea la tierra como león rugiente, buscando a quien devorar. Una persona íntegra es alguien en quien se puede confiar. ¿Qué tan confiables somos?

Oración: Señor, conoces mi condición y mis debilidades, pensamientos y caminos. Ayúdame a permanecer firme en la fe y en tus principios. No permitas que caiga en manos del enemigo. Ayúdame a someterme a ti en todo tiempo y a usar bien las armas que me has dado. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.