El Hijo de David

¿Cómo le dices a tu novio que estás embarazada del Salvador prometido de Dios? Esa es la pregunta que María quizás se hizo después de recibir las buenas nuevas. Cuando José se enteró, decidió renunciar a su relación. Pero Dios quería incluir a José en esta historia. 

En la Escritura de hoy, Dios envió un mensajero a José, informándole los detalles. El mensajero llamó a José él “hijo de David", lo cual es extraño, porque David no era el nombre del padre de José. 

David vivió cientos de años antes de María y José. Él también era de un pueblo pequeño y vivió una vida ordinaria como pastor. Un día, Dios mandó un mensajero a Belén a decirle a David que había sido elegido como rey. 

Luego, Dios prometió que uno de los descendientes de David crearía un nuevo y mejor reino que bendeciría al mundo entero. David y sus descendientes tenían fallas y a menudo tomaban malas decisiones, lo que llevó al colapso del reino. Las personas sabían que si ellos iban a tener un nuevo y mejor reino, ellos necesitarían un nuevo y mejor David. Por generaciones esperaron que llegara el “Hijo de David”.

Esto nos lleva de vuelta a José, un descendiente del pastor que se convirtió en rey. José era imperfecto, como todos los otros descendientes de David, pero el verdadero y perfecto Hijo de David estaba viniendo al mundo a través de María, quien se unió a la familia de José como su esposa. Aunque José no era el padre biológico de Jesús, crió a Jesús junto a María y proporcionó un vínculo familiar con David.

José llevó a María a Belén, ciudad natal de David. Allí, María dio a luz a Jesús, el verdadero Hijo de David. ¿Quienes fueron las primeras personas en enterarse acerca del Hijo de David? Los pastores, por supuesto. 

La historia de Navidad nos recuerda que somos parte de algo más grande que nosotros mismos. A través de la historia, Dios ha estado trabajando con las personas para hacer que la tierra se parezca más al cielo. David tenia un papel que desempeñar, al igual que José. La historia sigue, y ahora es nuestro turno. 

¿Cómo seguiremos su ejemplo? Hay una pista en el pasaje de hoy. Mira como José responde al llamado de Dios. Notarás que escucha, confía y se sacrifica para ayudar a los demás. Cuando nosotros tomamos decisiones similares, hacemos avanzar la historia de Dios. 

Ora: Amado Dios, gracias por invitarnos a ser parte de tu historia. Sé que tengo un rol que desempeñar para hacer que la tierra se parezca más al cielo. Ayúdame a ser consciente de tu llamado en mí para hacer una diferencia en la vida de los demás. En el nombre de Jesús, amén.