3 de agosto

Introducción

Josué 6:1–27: la lectura para hoy relata la caída de Jericó, una ciudad amurallada a unas pocas millas al oeste del río Jordán. Durante seis días, el ejército israelita marchó alrededor de la ciudad. En el séptimo día, cuando los sacerdotes tocaron las trompetas, la gente marchó alrededor de la ciudad siete veces. Cuando Josué dio la señal, los sacerdotes tocaron las trompetas de nuevo y todo el pueblo gritó tan fuerte como pudo. La muralla de Jericó se derrumbó y todos en la ciudad fueron asesinados. Solo Rahab y su familia fueron perdonados.

Versículo bíblico para hoy: Josué 6:17a

[Josué dijo:] “La ciudad, con todo lo que hay en ella, será consagrada a completa destrucción".

Reflexiona

Destruir una ciudad y todo lo que hay en ella demostró que estas cosas pertenecían al Señor y no podían ser utilizadas por los humanos. Estas acciones señalaron una ruptura completa con la cultura pagana de Jericó, que había sido condenada por Dios. El pueblo de Dios necesitaba ser leal solo a Dios (véase también Deuteronomio 20:16–18). ¿Qué instrucciones recibió Josué del Señor (versículos 2–5)? ¿Cómo había ayudado Rahab a los israelitas (versículo 25)? ¿Qué hizo Josué a cambio de su ayuda (versículos 22–23)?

Ora

Dios de poder y fortaleza, pongo mi fe en ti, confiando en la amplitud y profundidad de tu amor. Que mis palabras y acciones de hoy sean una ofrenda para ti. Oro en tu santo nombre. Amén.

Lectura para mañana

Josué 22:1–9: Josué habla a las tribus del este del río Jordán.