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Tan simple y tan complicado

No es que no exista el dolor, es que esto también Dios lo usará para tu bien, para un final glorios (Romanos 8:18).

A simple vista, una tela puede parecer simple; amamos el bordado y todo el diseño de una tela costosa; miramos su precio y podemos pensar: "PERO CON ESO ME PUEDO COMPRAR UNA CASA", e ignoramos que todo el proceso y la complejidad de esa tela tiene un valor muy grande, pues el detalle que puso el diseñador sobre cada punto hace que a la vista de una persona sea un deleite mirar y tocar dicha tela.

La vida de David refleja victorias, coronas, una mano poderosa siempre sobre él, el mismo corazón de Dios dándole brillo, y a simple vista podemos decir que David solo pasó momentos tan hermosos, que bueno, su vida simplemente fue fácil.

"YO QUIERO SER COMO DAVID" se escuchan en dinámicas de "¿Qué personajes de la Biblia quisieras ser y por qué"?.

Amamos a David, por su valentía, su esfuerzo, y porque fue alguien conforme al corazón de Dios.

Sin embargo, cuando leemos los salmos a profundidad, nos damos cuenta que David vivió momentos tristes y muy fuertes.

En el Salmo 41:9 dice que los que pensó que eran sus amigos en realidad querían su desgracia.

En el Salmo 41:8 dice que vivió una enfermedad tan fuerte que pensó que iba a morir.

En el Salmo 27 dice que estaba rodeado de enemigos y decidió confiar en Dios y no temer.

En Salmo 38:8 dice que vivió tal angustia, que tuvo ansiedad.

David tuvo problemas serios, malos y tristes.

Sabemos lo que escribió Dios de David, y sabemos cómo termina su historia, por eso no nos atreveríamos a condenarlo ni a decir algo mal de él, pero los que vivían en su época no sabían que de David se escribirían tales hazañas y que marcaría muchas generaciones.

Las personas que vivían en su época miraban a un David que vivía dificultad tras dificultad.

"No sale de una" decimos aquí, haciendo referencia a que al salir de un problema se mete en otro.

Hay un Salmo que dice: ¿Dónde está su Dios? (Salmos 42:3).

Porque así como en nuestros tiempos, ver a una persona enfrentar tantas dificultades es sinónimo de que Dios no está con él.

Sin embargo, David sí sabía que Dios estaba con él, y eso era lo importante.

"Maldigan ellos, pero bendice tú" (Salmos 109:28), dice David en medio de tanta crítica.

Hoy podemos mirar con deleite una promesa en un salmo; podemos ver lo simple que Dios resolvió algún conflicto en un capítulo de las luchas de David; podemos mirar con alegría cómo Dios nos conforta cuando sabemos que así como con David nosotros saldremos de alguna situación, David sabe lo difícil que es vivir una vida de batallas, pero sabe que Dios escucha y que libra a sus hijos, y concede la victoria (Salmo 20).

Lo bueno es que pronto darás testimonio de eso, de todo lo que Dios hizo contigo.

Será simple a vista de muchos, pero solo tú sabes lo complicado que fue que el diseñador del cielo hiciera todo esto para tu bien y para hermosura tuya.

Es simple, pero es complicado.

Así como esa tela que tiene tantos detalles y a simple vista solo se puede ver su hermosura, así Dios utilizará tu historia; escondes un proceso complicado, pero tienes una belleza muy simple.