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Biblia Reina Valera 1960

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 <div class="book bkJDG">
 <div class="chapter ch17" data-usfm="JDG.17">
 <div class="label">17</div><div class="s">Las im&#225;genes y el sacerdote de Mica&#237;a</div><div class="p"> 1Hubo un hombre del monte de Efra&#237;n, que se llamaba Mica&#237;a, 2el cual dijo a su madre: Los mil cien siclos de plata que te fueron hurtados, acerca de los cuales maldijiste, y de los cuales me hablaste, he aqu&#237; el dinero est&#225; en mi poder; yo lo tom&#233;. Entonces la madre dijo: Bendito seas de Jehov&#225;, hijo m&#237;o. 3Y &#233;l devolvi&#243; los mil cien siclos de plata a su madre; y su madre dijo: En verdad he dedicado el dinero a Jehov&#225; por mi hijo, para hacer una imagen de talla y una de fundici&#243;n; ahora, pues, yo te lo devuelvo. 4Mas &#233;l devolvi&#243; el dinero a su madre, y tom&#243; su madre doscientos siclos de plata y los dio al fundidor, quien hizo de ellos una imagen de talla y una de fundici&#243;n, la cual fue puesta en la casa de Mica&#237;a. 5Y este hombre Mica&#237;a tuvo casa de dioses, e hizo efod y terafines, y consagr&#243; a uno de sus hijos para que fuera su sacerdote. 6En aquellos d&#237;as no hab&#237;a rey en Israel; cada uno hac&#237;a lo que bien le parec&#237;a.#Jue. 21.25.</div><div class="p"> 7Y hab&#237;a un joven de Bel&#233;n de Jud&#225;, de la tribu de Jud&#225;, el cual era levita, y forastero all&#237;. 8Este hombre parti&#243; de la ciudad de Bel&#233;n de Jud&#225; para ir a vivir donde pudiera encontrar lugar; y llegando en su camino al monte de Efra&#237;n, vino a casa de Mica&#237;a. 9Y Mica&#237;a le dijo: &#191;De d&#243;nde vienes? Y el levita le respondi&#243;: Soy de Bel&#233;n de Jud&#225;, y voy a vivir donde pueda encontrar lugar. 10Entonces Mica&#237;a le dijo: Qu&#233;date en mi casa, y ser&#225;s para m&#237; padre y sacerdote; y yo te dar&#233; diez siclos de plata por a&#241;o, vestidos y comida. Y el levita se qued&#243;. 11Agrad&#243;, pues, al levita morar con aquel hombre, y fue para &#233;l como uno de sus hijos. 12Y Mica&#237;a consagr&#243; al levita, y aquel joven le serv&#237;a de sacerdote, y permaneci&#243; en casa de Mica&#237;a. 13Y Mica&#237;a dijo: Ahora s&#233; que Jehov&#225; me prosperar&#225;, porque tengo un levita por sacerdote.</div>
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Texto bíblico Reina-Valera 1960® © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Derechos renovados 1988, Sociedades Bíblicas Unidas.

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 <div class="book bkACT">
 <div class="chapter ch21" data-usfm="ACT.21">
 <div class="label">21</div><div class="s">Viaje de Pablo a Jerusal&#233;n</div><div class="p"> 1Despu&#233;s de separarnos de ellos, zarpamos y fuimos con rumbo directo a Cos, y al d&#237;a siguiente a Rodas, y de all&#237; a P&#225;tara. 2Y hallando un barco que pasaba a Fenicia, nos embarcamos, y zarpamos. 3Al avistar Chipre, dej&#225;ndola a mano izquierda, navegamos a Siria, y arribamos a Tiro, porque el barco hab&#237;a de descargar all&#237;. 4Y hallados los disc&#237;pulos, nos quedamos all&#237; siete d&#237;as; y ellos dec&#237;an a Pablo por el Esp&#237;ritu, que no subiese a Jerusal&#233;n. 5Cumplidos aquellos d&#237;as, salimos, acompa&#241;&#225;ndonos todos, con sus mujeres e hijos, hasta fuera de la ciudad; y puestos de rodillas en la playa, oramos. 6Y abraz&#225;ndonos los unos a los otros, subimos al barco y ellos se volvieron a sus casas.</div><div class="p"> 7Y nosotros completamos la navegaci&#243;n, saliendo de Tiro y arribando a Tolemaida; y habiendo saludado a los hermanos, nos quedamos con ellos un d&#237;a. 8Al otro d&#237;a, saliendo Pablo y los que con &#233;l est&#225;bamos, fuimos a Cesarea; y entrando en casa de Felipe#Hch. 6.5; 8.5. el evangelista, que era uno de los siete, posamos con &#233;l. 9Este ten&#237;a cuatro hijas doncellas que profetizaban. 10Y permaneciendo nosotros all&#237; algunos d&#237;as, descendi&#243; de Judea un profeta llamado Agabo,#Hch. 11.28. 11quien viniendo a vernos, tom&#243; el cinto de Pablo, y at&#225;ndose los pies y las manos, dijo: Esto dice el Esp&#237;ritu Santo: As&#237; atar&#225;n los jud&#237;os en Jerusal&#233;n al var&#243;n de quien es este cinto, y le entregar&#225;n en manos de los gentiles. 12Al o&#237;r esto, le rogamos nosotros y los de aquel lugar, que no subiese a Jerusal&#233;n. 13Entonces Pablo respondi&#243;: &#191;Qu&#233; hac&#233;is llorando y quebrant&#225;ndome el coraz&#243;n? Porque yo estoy dispuesto no solo a ser atado, mas aun a morir en Jerusal&#233;n por el nombre del Se&#241;or Jes&#250;s. 14Y como no le pudimos persuadir, desistimos, diciendo: H&#225;gase la voluntad del Se&#241;or.</div><div class="p"> 15Despu&#233;s de esos d&#237;as, hechos ya los preparativos, subimos a Jerusal&#233;n. 16Y vinieron tambi&#233;n con nosotros de Cesarea algunos de los disc&#237;pulos, trayendo consigo a uno llamado Mnas&#243;n, de Chipre, disc&#237;pulo antiguo, con quien nos hospedar&#237;amos.</div><div class="s">Arresto de Pablo en el templo</div><div class="p"> 17Cuando llegamos a Jerusal&#233;n, los hermanos nos recibieron con gozo. 18Y al d&#237;a siguiente Pablo entr&#243; con nosotros a ver a Jacobo, y se hallaban reunidos todos los ancianos; 19a los cuales, despu&#233;s de haberles saludado, les cont&#243; una por una las cosas que Dios hab&#237;a hecho entre los gentiles por su ministerio. 20Cuando ellos lo oyeron, glorificaron a Dios, y le dijeron: Ya ves, hermano, cu&#225;ntos millares de jud&#237;os hay que han cre&#237;do; y todos son celosos por la ley. 21Pero se les ha informado en cuanto a ti, que ense&#241;as a todos los jud&#237;os que est&#225;n entre los gentiles a apostatar de Mois&#233;s, dici&#233;ndoles que no circunciden a sus hijos, ni observen las costumbres. 22&#191;Qu&#233; hay, pues? La multitud se reunir&#225; de cierto, porque oir&#225;n que has venido. 23Haz, pues, esto que te decimos: Hay entre nosotros cuatro hombres que tienen obligaci&#243;n de cumplir voto. 24T&#243;malos contigo, purif&#237;cate con ellos, y paga sus gastos para que se rasuren la cabeza;#Nm. 6.13-20. y todos comprender&#225;n que no hay nada de lo que se les inform&#243; acerca de ti, sino que t&#250; tambi&#233;n andas ordenadamente, guardando la ley. 25Pero en cuanto a los gentiles que han cre&#237;do, nosotros les hemos escrito determinando que no guarden nada de esto; solamente que se abstengan de lo sacrificado a los &#237;dolos, de sangre, de ahogado y de fornicaci&#243;n.#Hch. 15.29. 26Entonces Pablo tom&#243; consigo a aquellos hombres, y al d&#237;a siguiente, habi&#233;ndose purificado con ellos, entr&#243; en el templo, para anunciar el cumplimiento de los d&#237;as de la purificaci&#243;n, cuando hab&#237;a de presentarse la ofrenda por cada uno de ellos.</div><div class="p"> 27Pero cuando estaban para cumplirse los siete d&#237;as, unos jud&#237;os de Asia, al verle en el templo, alborotaron a toda la multitud y le echaron mano, 28dando voces: &#161;Varones israelitas, ayudad! Este es el hombre que por todas partes ense&#241;a a todos contra el pueblo, la ley y este lugar; y adem&#225;s de esto, ha metido a griegos en el templo, y ha profanado este santo lugar. 29Porque antes hab&#237;an visto con &#233;l en la ciudad a Tr&#243;fimo,#Hch. 20.4. de &#201;feso, a quien pensaban que Pablo hab&#237;a metido en el templo. 30As&#237; que toda la ciudad se conmovi&#243;, y se agolp&#243; el pueblo; y apoder&#225;ndose de Pablo, le arrastraron fuera del templo, e inmediatamente cerraron las puertas. 31Y procurando ellos matarle, se le avis&#243; al tribuno de la compa&#241;&#237;a, que toda la ciudad de Jerusal&#233;n estaba alborotada. 32Este, tomando luego soldados y centuriones, corri&#243; a ellos. Y cuando ellos vieron al tribuno y a los soldados, dejaron de golpear a Pablo. 33Entonces, llegando el tribuno, le prendi&#243; y le mand&#243; atar con dos cadenas, y pregunt&#243; qui&#233;n era y qu&#233; hab&#237;a hecho. 34Pero entre la multitud, unos gritaban una cosa, y otros otra; y como no pod&#237;a entender nada de cierto a causa del alboroto, le mand&#243; llevar a la fortaleza. 35Al llegar a las gradas, aconteci&#243; que era llevado en peso por los soldados a causa de la violencia de la multitud; 36porque la muchedumbre del pueblo ven&#237;a detr&#225;s, gritando: &#161;Muera!</div><div class="s">Defensa de Pablo ante el pueblo</div><div class="p"> 37Cuando comenzaron a meter a Pablo en la fortaleza, dijo al tribuno: &#191;Se me permite decirte algo? Y &#233;l dijo: &#191;Sabes griego? 38&#191;No eres t&#250; aquel egipcio que levant&#243; una sedici&#243;n antes de estos d&#237;as, y sac&#243; al desierto los cuatro mil sicarios? 39Entonces dijo Pablo: Yo de cierto soy hombre jud&#237;o de Tarso, ciudadano de una ciudad no insignificante de Cilicia; pero te ruego que me permitas hablar al pueblo. 40Y cuando &#233;l se lo permiti&#243;, Pablo, estando en pie en las gradas, hizo se&#241;al con la mano al pueblo. Y hecho gran silencio, habl&#243; en lengua hebrea, diciendo:</div>
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 <div class="book bkJER">
 <div class="chapter ch30" data-usfm="JER.30">
 <div class="label">30</div><div class="s">Dios promete que los cautivos volver&#225;n</div><div class="p"> 1Palabra de Jehov&#225; que vino a Jerem&#237;as, diciendo: 2As&#237; habl&#243; Jehov&#225; Dios de Israel, diciendo: Escr&#237;bete en un libro todas las palabras que te he hablado. 3Porque he aqu&#237; que vienen d&#237;as, dice Jehov&#225;, en que har&#233; volver a los cautivos de mi pueblo Israel y Jud&#225;, ha dicho Jehov&#225;, y los traer&#233; a la tierra que di a sus padres, y la disfrutar&#225;n.</div><div class="p"> 4Estas, pues, son las palabras que habl&#243; Jehov&#225; acerca de Israel y de Jud&#225;. 5Porque as&#237; ha dicho Jehov&#225;: Hemos o&#237;do voz de temblor; de espanto, y no de paz. 6Inquirid ahora, y mirad si el var&#243;n da a luz; porque he visto que todo hombre ten&#237;a las manos sobre sus lomos, como mujer que est&#225; de parto, y se han vuelto p&#225;lidos todos los rostros. 7&#161;Ah, cu&#225;n grande es aquel d&#237;a!, tanto, que no hay otro semejante a &#233;l; tiempo de angustia para Jacob; pero de ella ser&#225; librado.</div><div class="p"> 8En aquel d&#237;a, dice Jehov&#225; de los ej&#233;rcitos, yo quebrar&#233; su yugo de tu cuello, y romper&#233; tus coyundas, y extranjeros no lo volver&#225;n m&#225;s a poner en servidumbre, 9sino que servir&#225;n a Jehov&#225; su Dios y a David su rey, a quien yo les levantar&#233;.</div><div class="p"> 10T&#250;, pues, siervo m&#237;o Jacob, no temas, dice Jehov&#225;, ni te atemorices, Israel; porque he aqu&#237; que yo soy el que te salvo de lejos a ti y a tu descendencia de la tierra de cautividad; y Jacob volver&#225;, descansar&#225; y vivir&#225; tranquilo, y no habr&#225; quien le espante. 11Porque yo estoy contigo para salvarte, dice Jehov&#225;, y destruir&#233; a todas las naciones entre las cuales te esparc&#237;; pero a ti no te destruir&#233;, sino que te castigar&#233; con justicia; de ninguna manera te dejar&#233; sin castigo.#Jer. 46.27-28.</div><div class="p"> 12Porque as&#237; ha dicho Jehov&#225;: Incurable es tu quebrantamiento, y dolorosa tu llaga. 13No hay quien juzgue tu causa para sanarte; no hay para ti medicamentos eficaces. 14Todos tus enamorados te olvidaron; no te buscan; porque como hiere un enemigo te her&#237;, con azote de adversario cruel, a causa de la magnitud de tu maldad y de la multitud de tus pecados. 15&#191;Por qu&#233; gritas a causa de tu quebrantamiento? Incurable es tu dolor, porque por la grandeza de tu iniquidad y por tus muchos pecados te he hecho esto. 16Pero ser&#225;n consumidos todos los que te consumen; y todos tus adversarios, todos ir&#225;n en cautiverio; hollados ser&#225;n los que te hollaron, y a todos los que hicieron presa de ti dar&#233; en presa. 17Mas yo har&#233; venir sanidad para ti, y sanar&#233; tus heridas, dice Jehov&#225;; porque desechada te llamaron, diciendo: Esta es Sion, de la que nadie se acuerda.</div><div class="p"> 18As&#237; ha dicho Jehov&#225;: He aqu&#237; yo hago volver los cautivos de las tiendas de Jacob, y de sus tiendas tendr&#233; misericordia, y la ciudad ser&#225; edificada sobre su colina, y el templo ser&#225; asentado seg&#250;n su forma. 19Y saldr&#225; de ellos acci&#243;n de gracias, y voz de naci&#243;n que est&#225; en regocijo, y los multiplicar&#233;, y no ser&#225;n disminuidos; los multiplicar&#233;, y no ser&#225;n menoscabados. 20Y ser&#225;n sus hijos como antes, y su congregaci&#243;n delante de m&#237; ser&#225; confirmada; y castigar&#233; a todos sus opresores. 21De ella saldr&#225; su pr&#237;ncipe, y de en medio de ella saldr&#225; su se&#241;oreador; y le har&#233; llegar cerca, y &#233;l se acercar&#225; a m&#237;; porque &#191;qui&#233;n es aquel que se atreve a acercarse a m&#237;? dice Jehov&#225;. 22Y me ser&#233;is por pueblo, y yo ser&#233; vuestro Dios.</div><div class="p"> 23He aqu&#237;, la tempestad de Jehov&#225; sale con furor; la tempestad que se prepara, sobre la cabeza de los imp&#237;os reposar&#225;. 24No se calmar&#225; el ardor de la ira de Jehov&#225;, hasta que haya hecho y cumplido los pensamientos de su coraz&#243;n; en el fin de los d&#237;as entender&#233;is esto.</div>
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<div class="version vid149 iso6393spa" data-vid="149" data-iso6393="spa">
 <div class="book bkJER">
 <div class="chapter ch31" data-usfm="JER.31">
 <div class="label">31</div><div class="p"> 1En aquel tiempo, dice Jehov&#225;, yo ser&#233; por Dios a todas las familias de Israel, y ellas me ser&#225;n a m&#237; por pueblo.</div><div class="p"> 2As&#237; ha dicho Jehov&#225;: El pueblo que escap&#243; de la espada hall&#243; gracia en el desierto, cuando Israel iba en busca de reposo. 3Jehov&#225; se manifest&#243; a m&#237; hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongu&#233; mi misericordia. 4A&#250;n te edificar&#233;, y ser&#225;s edificada, oh virgen de Israel; todav&#237;a ser&#225;s adornada con tus panderos, y saldr&#225;s en alegres danzas. 5A&#250;n plantar&#225;s vi&#241;as en los montes de Samaria; plantar&#225;n los que plantan, y disfrutar&#225;n de ellas. 6Porque habr&#225; d&#237;a en que clamar&#225;n los guardas en el monte de Efra&#237;n: Levantaos, y subamos a Sion, a Jehov&#225; nuestro Dios.</div><div class="p"> 7Porque as&#237; ha dicho Jehov&#225;: Regocijaos en Jacob con alegr&#237;a, y dad voces de j&#250;bilo a la cabeza de naciones; haced o&#237;r, alabad, y decid: Oh Jehov&#225;, salva a tu pueblo, el remanente de Israel. 8He aqu&#237; yo los hago volver de la tierra del norte, y los reunir&#233; de los fines de la tierra, y entre ellos ciegos y cojos, la mujer que est&#225; encinta y la que dio a luz juntamente; en gran compa&#241;&#237;a volver&#225;n ac&#225;. 9Ir&#225;n con lloro, mas con misericordia los har&#233; volver, y los har&#233; andar junto a arroyos de aguas, por camino derecho en el cual no tropezar&#225;n; porque soy a Israel por padre, y Efra&#237;n es mi primog&#233;nito.</div><div class="p"> 10O&#237;d palabra de Jehov&#225;, oh naciones, y hacedlo saber en las costas que est&#225;n lejos, y decid: El que esparci&#243; a Israel lo reunir&#225; y guardar&#225;, como el pastor a su reba&#241;o. 11Porque Jehov&#225; redimi&#243; a Jacob, lo redimi&#243; de mano del m&#225;s fuerte que &#233;l. 12Y vendr&#225;n con gritos de gozo en lo alto de Sion, y correr&#225;n al bien de Jehov&#225;, al pan, al vino, al aceite, y al ganado de las ovejas y de las vacas; y su alma ser&#225; como huerto de riego, y nunca m&#225;s tendr&#225;n dolor. 13Entonces la virgen se alegrar&#225; en la danza, los j&#243;venes y los viejos juntamente; y cambiar&#233; su lloro en gozo, y los consolar&#233;, y los alegrar&#233; de su dolor. 14Y el alma del sacerdote satisfar&#233; con abundancia, y mi pueblo ser&#225; saciado de mi bien, dice Jehov&#225;.</div><div class="p"> 15As&#237; ha dicho Jehov&#225;: Voz fue o&#237;da en Ram&#225;, llanto y lloro amargo; Raquel que lamenta por sus hijos,#Gn. 35.16-19. y no quiso ser consolada acerca de sus hijos, porque perecieron.#Mt. 2.18.</div><div class="p"> 16As&#237; ha dicho Jehov&#225;: Reprime del llanto tu voz, y de las l&#225;grimas tus ojos; porque salario hay para tu trabajo, dice Jehov&#225;, y volver&#225;n de la tierra del enemigo. 17Esperanza hay tambi&#233;n para tu porvenir, dice Jehov&#225;, y los hijos volver&#225;n a su propia tierra. 18Escuchando, he o&#237;do a Efra&#237;n que se lamentaba: Me azotaste, y fui castigado como novillo ind&#243;mito; convi&#233;rteme, y ser&#233; convertido, porque t&#250; eres Jehov&#225; mi Dios. 19Porque despu&#233;s que me apart&#233; tuve arrepentimiento, y despu&#233;s que reconoc&#237; mi falta, her&#237; mi muslo; me avergonc&#233; y me confund&#237;, porque llev&#233; la afrenta de mi juventud. 20&#191;No es Efra&#237;n hijo precioso para m&#237;? &#191;no es ni&#241;o en quien me deleito? pues desde que habl&#233; de &#233;l, me he acordado de &#233;l constantemente. Por eso mis entra&#241;as se conmovieron por &#233;l; ciertamente tendr&#233; de &#233;l misericordia, dice Jehov&#225;.</div><div class="p"> 21Establ&#233;cete se&#241;ales, ponte majanos altos, nota atentamente la calzada; vu&#233;lvete por el camino por donde fuiste, virgen de Israel, vuelve a estas tus ciudades. 22&#191;Hasta cu&#225;ndo andar&#225;s errante, oh hija contumaz? Porque Jehov&#225; crear&#225; una cosa nueva sobre la tierra: la mujer rodear&#225; al var&#243;n.</div><div class="p"> 23As&#237; ha dicho Jehov&#225; de los ej&#233;rcitos, Dios de Israel: A&#250;n dir&#225;n esta palabra en la tierra de Jud&#225; y en sus ciudades, cuando yo haga volver sus cautivos: Jehov&#225; te bendiga, oh morada de justicia, oh monte santo. 24Y habitar&#225; all&#237; Jud&#225;, y tambi&#233;n en todas sus ciudades labradores, y los que van con reba&#241;o. 25Porque satisfar&#233; al alma cansada, y saciar&#233; a toda alma entristecida.</div><div class="p"> 26En esto me despert&#233;, y vi, y mi sue&#241;o me fue agradable.</div><div class="s">El nuevo pacto</div><div class="p"> 27He aqu&#237; vienen d&#237;as, dice Jehov&#225;, en que sembrar&#233; la casa de Israel y la casa de Jud&#225; de simiente de hombre y de simiente de animal. 28Y as&#237; como tuve cuidado de ellos para arrancar y derribar, y trastornar y perder y afligir, tendr&#233; cuidado de ellos para edificar y plantar, dice Jehov&#225;. 29En aquellos d&#237;as no dir&#225;n m&#225;s: Los padres comieron las uvas agrias y los dientes de los hijos tienen la dentera,#Ez. 18.2. 30sino que cada cual morir&#225; por su propia maldad; los dientes de todo hombre que comiere las uvas agrias, tendr&#225;n la dentera.</div><div class="p"> 31He aqu&#237; que vienen d&#237;as, dice Jehov&#225;, en los cuales har&#233; nuevo pacto#Mt. 26.28; Mr. 14.24; Lc. 22.20; 1 Co. 11.25; 2 Co. 3.6. con la casa de Israel y con la casa de Jud&#225;. 32No como el pacto que hice con sus padres el d&#237;a que tom&#233; su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido para ellos, dice Jehov&#225;. 33Pero este es el pacto que har&#233; con la casa de Israel despu&#233;s de aquellos d&#237;as, dice Jehov&#225;: Dar&#233; mi ley en su mente, y la escribir&#233; en su coraz&#243;n;#He. 10.16. y yo ser&#233; a ellos por Dios, y ellos me ser&#225;n por pueblo. 34Y no ense&#241;ar&#225; m&#225;s ninguno a su pr&#243;jimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehov&#225;; porque todos me conocer&#225;n, desde el m&#225;s peque&#241;o de ellos hasta el m&#225;s grande, dice Jehov&#225;; porque perdonar&#233; la maldad de ellos, y no me acordar&#233; m&#225;s de su pecado.#He. 10.17.#He. 8.8-12.</div><div class="p"> 35As&#237; ha dicho Jehov&#225;, que da el sol para luz del d&#237;a, las leyes de la luna y de las estrellas para luz de la noche, que parte el mar, y braman sus ondas; Jehov&#225; de los ej&#233;rcitos es su nombre: 36Si faltaren estas leyes delante de m&#237;, dice Jehov&#225;, tambi&#233;n la descendencia de Israel faltar&#225; para no ser naci&#243;n delante de m&#237; eternamente.</div><div class="p"> 37As&#237; ha dicho Jehov&#225;: Si los cielos arriba se pueden medir, y explorarse abajo los fundamentos de la tierra, tambi&#233;n yo desechar&#233; toda la descendencia de Israel por todo lo que hicieron, dice Jehov&#225;.</div><div class="p"> 38He aqu&#237; que vienen d&#237;as, dice Jehov&#225;, en que la ciudad ser&#225; edificada a Jehov&#225;, desde la torre de Hananeel hasta la puerta del &#193;ngulo. 39Y saldr&#225; m&#225;s all&#225; el cordel de la medida delante de &#233;l sobre el collado de Gareb, y rodear&#225; a Goa. 40Y todo el valle de los cuerpos muertos y de la ceniza, y todas las llanuras hasta el arroyo de Cedr&#243;n, hasta la esquina de la puerta de los caballos al oriente, ser&#225; santo a Jehov&#225;; no ser&#225; arrancada ni destruida m&#225;s para siempre.</div>
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 <div class="book bkMRK">
 <div class="chapter ch16" data-usfm="MRK.16">
 <div class="label">16</div><div class="s">La resurrecci&#243;n</div><div class="r">(Mt. 28.1-10; Lc. 24.1-12; Jn. 20.1-10)</div><div class="p"> 1Cuando pas&#243; el d&#237;a de reposo,#16.1 Aqu&#237; equivale a s&#225;bado. Mar&#237;a Magdalena, Mar&#237;a la madre de Jacobo, y Salom&#233;, compraron especias arom&#225;ticas para ir a ungirle. 2Y muy de ma&#241;ana, el primer d&#237;a de la semana, vinieron al sepulcro, ya salido el sol. 3Pero dec&#237;an entre s&#237;: &#191;Qui&#233;n nos remover&#225; la piedra de la entrada del sepulcro? 4Pero cuando miraron, vieron removida la piedra, que era muy grande. 5Y cuando entraron en el sepulcro, vieron a un joven sentado al lado derecho, cubierto de una larga ropa blanca; y se espantaron. 6Mas &#233;l les dijo: No os asust&#233;is; busc&#225;is a Jes&#250;s nazareno, el que fue crucificado; ha resucitado, no est&#225; aqu&#237;; mirad el lugar en donde le pusieron. 7Pero id, decid a sus disc&#237;pulos, y a Pedro, que &#233;l va delante de vosotros a Galilea;#Mt. 26.32; Mr. 14.28. all&#237; le ver&#233;is, como os dijo. 8Y ellas se fueron huyendo del sepulcro, porque les hab&#237;a tomado temblor y espanto; ni dec&#237;an nada a nadie, porque ten&#237;an miedo.</div><div class="s">Jes&#250;s se aparece a Mar&#237;a Magdalena</div><div class="r">(Jn. 20.11-18)</div><div class="p"> 9Habiendo, pues, resucitado Jes&#250;s por la ma&#241;ana, el primer d&#237;a de la semana, apareci&#243; primeramente a Mar&#237;a Magdalena, de quien hab&#237;a echado siete demonios. 10Yendo ella, lo hizo saber a los que hab&#237;an estado con &#233;l, que estaban tristes y llorando. 11Ellos, cuando oyeron que viv&#237;a, y que hab&#237;a sido visto por ella, no lo creyeron.</div><div class="s">Jes&#250;s se aparece a dos de sus disc&#237;pulos</div><div class="r">(Lc. 24.13-35)</div><div class="p"> 12Pero despu&#233;s apareci&#243; en otra forma a dos de ellos que iban de camino, yendo al campo. 13Ellos fueron y lo hicieron saber a los otros; y ni aun a ellos creyeron.</div><div class="s">Jes&#250;s comisiona a los ap&#243;stoles</div><div class="r">(Mt. 28.16-20; Lc. 24.36-49; Jn. 20.19-23)</div><div class="p"> 14Finalmente se apareci&#243; a los once mismos, estando ellos sentados a la mesa, y les reproch&#243; su incredulidad y dureza de coraz&#243;n, porque no hab&#237;an cre&#237;do a los que le hab&#237;an visto resucitado. 15Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.#Hch. 1.8. 16El que creyere y fuere bautizado, ser&#225; salvo; mas el que no creyere, ser&#225; condenado. 17Y estas se&#241;ales seguir&#225;n a los que creen: En mi nombre echar&#225;n fuera demonios; hablar&#225;n nuevas lenguas; 18tomar&#225;n en las manos serpientes, y si bebieren cosa mort&#237;fera, no les har&#225; da&#241;o; sobre los enfermos pondr&#225;n sus manos, y sanar&#225;n.</div><div class="s">La ascensi&#243;n</div><div class="r">(Lc. 24.50-53)</div><div class="p"> 19Y el Se&#241;or, despu&#233;s que les habl&#243;, fue recibido arriba en el cielo,#Hch. 1.9-11. y se sent&#243; a la diestra de Dios. 20Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayud&#225;ndoles el Se&#241;or y confirmando la palabra con las se&#241;ales que la segu&#237;an. Am&#233;n.</div>
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Devocional Del Día | AgostoMuestra

Es por gracia

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