Jesús Viene ProntoMuestra

ESTAMOS EN LUCHA

¿Contra quién esta lucha? Contra nosotros mismos.

Mateo 26:41

Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.

Nuestro espíritu siempre quiere orar, buscar de Dios y escuchar su Palabra. Pero no es así con nuestra carne. Lo cierto es que naturalmente no nos apetece buscar a Dios. ¿Por qué es esto? Porque arrastramos una naturaleza pecaminosa y carnal.

Cuando entendemos esto, entonces sabemos quién es realmente nuestro enemigo, ¡nuestro yo! Y cuando sabemos quién es nuestro enemigo, podemos luchar entonces efectivamente.

Jesús dijo que tenemos que tomar nuestra cruz cada día y seguirle.

Por eso hay cosas que como hijos de Dios debemos de hacer sin buscar un sentimiento a favor. Simplemente lo vamos a hacer porque debemos hacerlo y porque le amamos.

En mi vida cristiana he descubierto que cuando más disciplino mi carne más crece mi espíritu. Al principio cuesta orar, leer la Palabra, etc. Pero después lo terminas necesitando. ¿Por qué es esto? Porque tu carne está menguando y tu espíritu creciendo.

Entonces es cuando empiezas a sentir la necesidad de tu espíritu más que la necesidad de tu carne. Nos alineamos a él y la vida del espíritu empieza a fluir en nosotros.

Esto no es en nuestras fuerzas sino en el nombre de Jesús. ¡Cristo en nosotros, esperanza de gloria! A través de él podemos agradar al corazón del padre y agradarle.

Él nos entiende mejor que nadie, se compadece de nuestras debilidades porque estuvo en la condición de hombre, fue tentado en todo según nuestra semejanza. Y venció al pecado y a la muerte, ¡para darnos vida eterna!

Tenemos que buscar su gracia cada día para ser aceptos ante los ojos de Dios y estar preparados para cuando él venga.