Dios no busca perfección, busca adoración.Muestra

Salmos 101:2 “Entenderé el camino de la perfección cuando vengas a mí".

Después de muchos años Dios me enseñó que, aunque Él es un Dios de orden y de excelencia, se complace en el corazón que luego de equivocarse, reconoce su error, confía y entiende que depende de Él, no de las circunstancias, situaciones, las herramientas que tiene o de su humanidad. ¡Dependemos de Dios y de Su gracia!

Esto me hace recordar cuando David quiso traer el Arca del Pacto de vuelta a Jerusalén. Para ese entonces, dice la Biblia que el Arca había estado fuera por veinte años. Los filisteos habían robado la representación de la presencia manifiesta de Dios. Si bien la habían devuelto, el rey Saúl no le prestó atención y quedó descuidada durante todo ese tiempo. Lo curioso es que el culto había seguido. Se continuaban realizando los sacrificios y todo aparentemente seguía intacto, solo había un “pequeño detalle”: La presencia de Dios no estaba.

El primer intento de traslado del Arca del Señor resultó frustrante para David, y terminó en tragedia a causa de la familiaridad que Uza tuvo con ella. El Arca había estado en casa de su padre por dos décadas. Por esa razón, la tuvo en poco cuando quiso “ayudar” a Dios y extender su mano para que no tropezara. Él deseaba que ese momento fuese perfecto, pero Dios no había pedido todo ese teatro. Él solo quería adoración a través de la obediencia y que las cosas se hicieran tal como había determinado en Su palabra.

David tenía la intención correcta. Los reunió a todos, les propuso traer el Arca sobre un carro nuevo, danzando delante de Jehová con toda clase de instrumentos. Pero Dios no quería perfección, Él buscaba adoración por medio de estos 6 pasos que David en su primer intento no tomó en cuenta y que Dios esperaba:

Reverencia, santidad, sinceridad, temor, obediencia y comunión.

Cuando pongamos en práctica estos pasos y dejemos de querer hacer todo con nuestras propias fuerzas, haciendo cosas que Dios no nos envió a hacer con el corazón incorrecto delante de Él, allí vamos a experimentar la verdadera adoración.

¡Te espero mañana!