Transición Ejemplo

Trabajando en equipo

Para lograr una convivencia generacional efectiva en la Iglesia, es esencial trabajar en equipo, respetando y valorando las contribuciones de cada generación. La unidad en la Iglesia se fortalece cuando practicamos el respeto mutuo y la humildad. Cada generación tiene sus propias fortalezas y debilidades, y al trabajar juntos, podemos complementar y enriquecer nuestras capacidades.

El apóstol Pedro nos exhorta a revestirnos de humildad y a mostrar respeto mutuo. Esto es fundamental para una colaboración fructífera. La humildad nos permite reconocer nuestras propias limitaciones y apreciar las fortalezas de los demás. El respeto mutuo crea un ambiente de confianza y cooperación, donde cada miembro de la Iglesia se siente valorado y escuchado.

En Efesios, Pablo nos anima a esforzarnos por mantener la unidad del Espíritu mediante el vínculo de la paz. Esta unidad no significa uniformidad, sino una diversidad armoniosa, donde cada generación aporta sus dones y perspectivas únicos. Al hacerlo, reflejamos el cuerpo de Cristo, donde cada miembro desempeña una función crucial.

El trabajo en equipo requiere de respeto y humildad. Al valorar las fortalezas y experiencias de cada generación, podemos construir una Iglesia unida y fuerte, capaz de cumplir con su misión de amar a Dios, amar a las personas y compartir nuestra fe. Al hacerlo, no solo fortalecemos nuestra comunidad, sino que también damos un testimonio poderoso de la obra de Dios en medio de nosotros.

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Este plan devocional es parte de la serie de enseñanzas “TRANSICIÓN” disponible en RightNow Media. Consigue más información aquí.