¿Cómo Puedo Llegar A Ser Limpio?Muestra
«Dirección decisiva»
Por lo que vimos en los primeros ocho versículos del Salmo 119, no cabe duda respecto a la respuesta a la pregunta que hicimos el día de ayer. La única forma que un joven puede limpiar su camino es «con guardar tu palabra». Dicho de otra manera, el joven debe prestar atención a su camino para estar seguro que el mismo es conforme a la Palabra de Dios. Esto requiere fijar cierta actitud en el corazón.
Es una actitud decidida a ajustar el curso de la propia vida en todo aspecto que no esté de acuerdo con la Palabra de Dios. Este nuevo forjado, de la actitud del corazón hacia la Palabra de Dios para limpiar la vida, es consistente con la enseñanza hallada en el Nuevo Testamento. Jesús también lo mencionó en su oración intercesora en Juan 17, «Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad».
Pablo expresa la misma idea cuando habla acerca de la relación entre Cristo y su iglesia en Efesios: «Para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra». Sólo existe una manera de efectuar purificación en nuestras vidas, y es alinear nuestro camino con lo que enseña la Palabra de Dios. La actitud hacia la Palabra de Dios, y no el conocimiento de la Palabra de Dios, produce un andar limpio. Cualquiera puede adquirir un conocimiento intelectual de la Biblia. Pero uno que ama la Biblia se asegurará, que su camino esté conforme a la Palabra de Dios.
David fue un gran hombre en muchas maneras. Sin embargo, una característica sobresale por encima de las demás, la cual fijó el curso de su vida. Él era un varón que buscaba a Dios con todo su ser. Este es el corazón fijo que se describe en el versículo 10: fijo en el mismo sentido que se fija un rayo láser de un sistema de navegación de un cohete teledirigido. «Con todo mi corazón te he buscado». Esta es la actitud de corazón que llevó a Dios a decir de David: «Jehová se ha buscado un varón conforme a su corazón…» Esta es la misma actitud de corazón que quebrantó el corazón de David con sólo pensar en su propio pecado. Y es la misma actitud que lo llevó a reconocer un peligro engañoso.
Acerca de este Plan
La segunda estrofa del Salmo 119 empieza en el versículo 9, en donde el salmista exclama: «¿Con qué limpiará el joven su camino?» Este no es un deseo de salvación, de ser limpio de la pena y la culpa del pecado. Este es el anhelo de un creyente sincero, que desesperadamente desea tener un corazón en pos de Dios. ¿Su corazón se encuentra en esta condición? Lo invitamos a participar en este devocional de 7 días para afianzar su deseo y transformar su vida.
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Nos gustaría agradecer a Jeff Adams en convenio con el Centro Network por facilitarnos este plan. Para obtener más información, por favor visítenos en: www.visitgraceway.org www.elcentronetwork.com