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El Camino Suave

DÍA 5 DE 5

La victoria en Cristo

En el judo, la victoria no es solo sobre el oponente, sino también sobre uno mismo. Cada competencia, cada entrenamiento, es una oportunidad de superación personal. El judoka aprende a dominar no solo sus técnicas, sino también sus emociones y miedos. La verdadera victoria se alcanza cuando uno se conquista a sí mismo.

En la vida cristiana, somos llamados a ser más que vencedores. Esta victoria no proviene de nuestra propia fuerza, sino del amor de Cristo que nos sostiene y nos capacita. En Romanos 8:37, Pablo nos recuerda que, en todas las cosas, somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Esto significa que, independientemente de las dificultades que enfrentamos, tenemos la certeza de que la victoria es nuestra gracias al sacrificio de Jesús.

Jesús venció la muerte y el pecado por nosotros, garantizando nuestra victoria eterna. Cuando enfrentamos luchas, podemos confiar en que ya somos vencedores en Cristo. Nuestra victoria no depende de nuestras habilidades o fuerza, sino de la gracia y el amor de Dios. Esto nos da una confianza inquebrantable para enfrentar cualquier desafío, sabiendo que la victoria final ya está asegurada.

Así como un judoka se prepara para cada competencia con dedicación y esfuerzo, debemos prepararnos espiritualmente, confiando en la fuerza de Cristo. La victoria en Cristo nos capacita para enfrentar los desafíos de la vida con fe, coraje y esperanza. Estamos llamados a vivir como vencedores, reflejando la gloria de Dios en todo lo que hacemos.

Desafío: Celebra una victoria reciente en tu vida, pequeña o grande. Reconoce que cada victoria es un testimonio del amor y el poder de Cristo en ti. Comparte esa victoria con alguien y agradece a Dios por Su fidelidad.


Escrituras

Día 4

Acerca de este Plan

El Camino Suave

El judo entró en nuestras vidas gracias a mi difunto esposo, un judoka. Cuando nuestra hija Bianca, de 9 años, fue acosada y amenazada con un cúter, decidimos inscribirla en clases de judo. Una semana después, se defendió con éxito. Hoy, mi hija tiene una academia de judo y mi nieto Pedro compite a nivel nacional. Esta es la inspiración para este devocional.

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Nos gustaría agradecer a Ministério Chama por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://medita-na-palavra.blogspot.com/