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La vitalidad de la oración

En este segundo día, profundizaremos en el papel crucial que desempeña la oración como fuente de vida espiritual y acceso directo a Dios.

Jesús siempre fue directo y radical. Los fariseos imponían sus leyes y se olvidaban de la ley verdadera, que era la de Dios, porque no había una comunión, una conexión directa con Dios. Aunque asistían a la iglesia y daban sus ofrendas, no tenían intimidad y un corazón dispuesto a buscar y agradar a Dios.

Es por eso que la oración es de vital importancia para nuestras vidas, es lo que le da oxígeno a nuestro corazón, así como aire para nuestros pulmones.

Muchas veces aparentamos estar bien, pero por dentro sabemos que estamos lejos de Dios, pongámonos a pensar en estos 2 puntos:

• ¿Estamos orando?
• ¿Cuánto tiempo pasamos al día con Dios?

No es lo mismo realizar muchas actividades en el servicio a Dios, que realmente vivir una relación con Dios. Él debiera estar presente las 24 horas del día en nuestra mente y en nuestro corazón.

Jesús nos dejó el ejemplo no solo de cómo debemos orar, sino también nos demostró la importancia de la oración, el pasaba tiempo con el Padre, lo más lindo de todo esto es que en la intimidad le conocemos más a Dios y podemos saber cuánto nos ama, y conocer su corazón.

Para eso vino Jesús a morir en la Cruz, no solo a darnos salvación, sino también acceso directo al Padre. No importa cómo te encuentres hoy. No importa tu pecado, no importa tu pasado. Hoy puedes acercarte a Él con confianza.